Desde el secuestro del atunero vasco Playa de Bakio en aguas de Somalia, España ha batallado en los más diversos foros para que la comunidad internacional una sus fuerzas para intentar erradicar de una vez por todas el fenómeno de la piratería, que pone en peligro el normal desarrollo de una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. Con este propósito, Carme Chacón anunció ayer en Yibuti, país desde el que opera un avión de patrullaje español desde hace un mes para vigilar a los piratas, que España está dispuesta a aportar también una fragata y un petrolero de repostaje a la misión de la UE que empezará a desplegarse en la zona a principios de año.

España se ofrecerá además a liderar la operación en uno de los mandos rotatorios y a enviar personal a los cuarteles generales. Asimismo la ministra de Defensa quiere que el avión de patrulla P-3 Orion y sus 90 tripulantes sigan en el operativo. El envío de esta fuerza, a finales de septiembre, no necesitó la aprobación del Congreso de los Diputados, puesto que fue considerada una operación en defensa de los intereses nacionales, en tanto que los caladeros de la zona son muy visitados por pesqueros españoles. Sin embargo, la aportación al contigente europeo sí computará como una misión en el exterior y, por tanto, necesitará la luz verde del Congreso.

COMPARECENCIA A este respecto, estaba previsto que Chacón, a petición propia, compareciera a finales de diciembre en la Cámara baja para dar cuenta del trabajo de las tropas desplegadas en el extranjero. La ministra aprovechará esta cita para solicitar el apoyo de los diputados a la nueva misión. Previamente, los jefes militares de los Veintisiete se reunirán el 3 de diciembre para, teniendo en cuenta las ofertas de cada país, diseñar las dimensiones del operativo y qué misiones concretas desempeñará.

Chacón aseguró que hasta que no llegue ese momento no se decidirá si los tripulantes de la fragata española harán intervenciones de rescate. En el caso del Playa de Bakio , secuestrado el 20 de abril, la Armada española no intervino y, aunque no se ha reconocido oficialmente, sus tripulantes no fueron liberados, al cabo de seis días de retención, hasta que no se pagó el rescate. La ministra tampoco quiso aclarar cuántos militares españoles se sumarán a la fuerza europea. Fuentes militares afirman que la tripulación de una fragata suele estar compuesta por unos 200 militares, a los que habría que sumar la dotación del petrolero, el avión y el personal aportado al cuartel general.

3.000 SOLDADOS, EL LIMITE Es previsible que este personal supere con creces el límite de 3.000 soldados en el exterior autoimpuesto por el Ejecutivo. En este sentido, Chacón aseguró, como ya ha hecho en más de una ocasión, que este límite "está obsoleto", puesto que la ley de Defensa nacional obliga al Gobierno a fijar un límite por misión, con lo cual no tiene sentido una restricción general en un país con vocación de participar en misiones internacionales.

La titular de Defensa se desplazó el sábado por la noche hasta la base francesa de Yibuti, desde donde opera el avión P-3 Orion. Allí se encontró con su homólogo francés Hervé Morin, con quien ha mantenido una total sintonía sobre la necesidad de que la comunidad internacional tome partido para solucionar el pillaje en el golfo de Adén, y no se deje en manos de cada uno de los países afectados. Chacón aseguró que ambos países no se conforman con rescatar "a un puñado de marinos", sino que lo que pretenden es "rescatar a todo un mar y devolverlo a la vida y a la civilización", con la idea de pacificar la zona y evitar conflictos.

Carme Chacón y Hervé Morin aprovecharon el encuentro también para firmar una "declaración de intenciones" con al finalidad de aumentar la colaboración en la zona. Ambos países se comprometen igualmente a intercambiar información y personal militar, y responder conjuntamente a los ataques de piratas que puedan sufrir.