España, Portugal, Finlandia y Grecia autorizan a partir de hoy, dos años después de la ampliación, la libre entrada de trabajadores del Este, sin necesidad de permiso de trabajo ni restricciones de cuotas, sumándose así a Irlanda, el Reino Unido y Suecia, que desde el primer momento apostaron por la libre circulación de trabajadores. En contraste, Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Italia y Luxemburgo han comunicado a la Comisión Europea que mantienen las restricciones al menos hasta el 2009, aunque introducirán elementos de flexibilidad y excepciones para determinadas categorías de trabajadores con gran demanda. El comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Vladimir Spidla, considera "un gran paso adelante" que cuatro estados de la UE hayan eliminado las restricciones y que la mayoría de países las flexibilicen. "Estoy convencido de que esta decisión será altamente beneficiosa tanto para los trabajadores europeos como para la economía", señala, a la vez que reclama a los países que mantienen las trabas que las vayan eliminando progresivamente antes del 2009.Efectos positivosSegún un informe del Ejecutivo comunitario, la llegada de trabajadores del Este ha tenido "efectos positivos" en la economía de Irlanda, el Reino Unido y Suecia y ha desmentido los temores a una "avalancha" de mano de obra barata a raíz de la ampliación. El miedo a la llegada del "fontanero polaco" fue uno de los factores determinantes en el no de Francia a la Constitución Europea.España anunció oficialmente en Bruselas el levantamiento de las restricciones el pasado 10 de marzo, en un acto conjunto del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, y su homólogo portugués, José Vieira da Silva. El Gobierno cree que esta iniciativa responde a la "defensa de un derecho de ciudadanía" y tendrá un impacto económico positivo al suministrar mano de obra a sectores necesitados como la metalurgia, la construcción, la agricultura o la hostelería.