La escalada de tensión entre España y el Reino Unido a raíz del conflicto diplomático por Gibraltar sigue su curso. El nuevo episodio de este pulso se ha producido este viernes a cuenta de las operaciones británicas de ampliación de la cara este del Peñón. El Gobierno español ha emitido una nota verbal de protesta a Londres en la que le insta a detener estas acciones, que tacha de "inadmisibles" e "incompatibles" con el derecho internacional y el Tratado de Utrecht.

El enésimo encontronazo entre ambos países ha surgido por la construcción de un espigón en la cala Este de Gibraltar, en un área donde está prevista la edificación del complejo turístico 'Cabo Privilegiado', que constaría de un hotel, 2.500 apartamentos y un puerto deportivo. El proyecto de urbanización se adentraría en territorio marítimo que no es dominio de la colonia británica.

España ha anunciado que se reserva el derecho de actuar de la manera "más oportuna" para defender sus intereses e insta a detener estas operaciones que considera que pueden estar incumpliendo las directivas de medio ambiente de la Unión Europea.