México y Chile impidieron que llegara a prosperar un acuerdo encabezado por EEUU y España con el fin de reconocer y apoyar el golpe de Estado contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que se produjo en abril del 2002, según ha manifestado el entonces canciller mexicano Jorge Castañeda.

"Gracias al trabajo de Soledad Alvear (entonces canciller de Chile) y mío el Grupo de Río decidió mandar más bien una declaración de apoyo al orden constitucional", dijo Castañeda al diario mexicano Reforma .

El excanciller reveló también que hubo dos propuestas de apoyo al empresario golpista Pedro Carmona, cabeza del movimiento que derrocó momentáneamente a Chávez. La primera fue liderada por EEUU y España, y la segunda por los entonces presidentes de Colombia, Andrés Pastrana, y de El Salvador, Francisco Flores, para evitar el retorno de Chávez al poder.

APOYO A MORATINOS Ayer prosiguieron las reacciones a la amenaza del PP de limitar la colaboración con el Gobierno del PSOE si no rectifica las acusaciones del ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, de que José María Aznar apoyó el golpe contra Chávez.

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, aseguró que el ministro Moratinos es un "digno" continuador de la tradición de los gobiernos socialistas con personas al frente de la diplomacia "de prestigio nacional e internacional".

Blanco aseguró que Moratinos fue "determinante a la hora de desbloquear el proceso de Constitución europea" y agregó que "después de haber soportado a (Josep) Piqué y a Ana Palacio, los socialistas están "satisfechos" de que un hombre como él "represente a España en el mundo".