Pese a que el Gobierno no anunció hasta el lunes la evacuación del grueso de su personal destacado en Bagdad, lo cierto es que España empezó a retirar discretamente a una parte de sus funcionarios hace dos semanas, tras el asesinato, el 9 de octubre, del miembro del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) José Antonio Bernal. Fuentes de la embajada española en Bagdad informaron ayer de que la evacuación se inició antes de la reciente ola de atentados que ha llevado a ampliar la retirada.

Tras la muerte del espía, el Gobierno aseguró que no retiraría a su personal, y el ministro portavoz, Eduardo Zaplana, afirmó incluso que la protección de la embajada era "suficiente". Pero poco después, antes de los atentados del 27 de octubre contra la Cruz Roja y cuatro comisarías, dejaban Bagdad el consejero comercial, Miguel Angel Iriso, y otros funcionarios españoles que trabajaban en su oficina: un contable y un analista de mercados

Otros funcionarios, entre ellos los administrativos de la embajada y el equipo de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), salieron de Irak el pasado lunes. La retirada ha causado alarma y nerviosismo entre los empleados iraquís. "No se tenían que haber ido. No nos lo dicen, pero nos da la impresión de que saben que ocurrirá algo", nos dijo ayer un empleado.

UNA "MUDANZA NORMAL"

En Madrid, la ministra de Exteriores, Ana Palacio, indicó que el traslado de la cancillería obedece a motivos de seguridad y que éste no puede producirse "estando todo el personal en Bagdad". Incluso corrigió al presidente, José María Aznar, quien el pasado lunes dijo que los funcionarios españoles no habían sido retirados, sino llamados "a consultas" por la ministra. Según Palacio, tal expresión "cubre múltiples situaciones", pero lo cierto es que la evacuación del personal destacado en la capital iraquí es sólo "una mudanza normal".

Acompañada por el comisario jefe de los Grupos Especiales Operativos (GEO), Palacio se reunirá este fin de semana en Ammán (Jordania) con los funcionarios retirados de Bagdad, adonde viajará después para reunirse con el administrador de Estados Unidos en Irak, Paul Bremer.