Algo del optimismo que rezuma José Luis Rodríguez Zapatero cuando habla del rumbo de España se trasladó ayer a Asia central. "La misión en Afganistán puede ganarse", dijo el presidente del Gobierno durante el primer debate en el pleno del Congreso de los Diputados dedicado a un conflicto --"guerra" para unos; "escenario bélico" para otros-- en el que la presencia de tropas españolas se prolonga desde hace nueve años sin que se perciban excesivas mejorías en el país. La cuestión es cuándo se ganará (si llega a ganarse), y a qué precio, porque tanto en EEUU como en Europa crecen las voces que opinan que los beneficios de continuar en el que fuera santuario de Osama bin Laden no compensan el coste económico y en vidas humanas.

España, por ejemplo, ha destinado 1.900 millones de euros a una operación militar en la que han perdido la vida 93 de sus ciudadanos. Las últimas víctimas fueron los dos guardias civiles que fallecieron junto a su intérprete el pasado 25 de agosto en la base de Qala-i-Now, un atentado por el que, según avanzó el jefe del Ejecutivo, ya se ha detenido a cuatro personas.

LOS PLAZOS ¿Cuándo se retirarán los 1.500 soldados españoles que hay destacados en Afganistán? "Los objetivos están por encima de los plazos --señaló Zapatero--. Debemos permanecer mientras sea necesario, mientras estén en peligro la seguridad del país y de la región, la seguridad global y la seguridad de los españoles". Los soldados, continuó, seguirán allí hasta que se ponga fin a la "amenaza" terrorista porque "nuestra seguridad hoy no tiene fronteras"; y cuando vuelvan, lo harán de la mano de la ISAF (siglas de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad), pues España, a diferencia de Canadá y Holanda, no se plantea en ningún caso una retirada unilateral.

Mariano Rajoy aplaudió que el Ejecutivo antepusiera la consecución de los objetivos a cualquier fecha de repliegue, y lo único que le afeó fue la supuesta falta de información que ha proporcionado el Gobierno sobre este conflicto --"se ha llegado al extremo de que los españoles se han enterado de la existencia de nuevas bases avanzadas españolas porque lo ha dicho la OTAN", señaló el líder del PP-- y su empeño en no decir una palabra.

La palabra es guerra. Pese a la insistencia de la oposición, el presidente siguió sin pronunciarla, optando en su lugar por "escenario bélico". "Sé que la ciudadanía se pregunta qué hacen nuestros soldados en un país tan difícil", concluyó Zapatero. Es cierto: según una encuesta de la Fundación BBVA, el 70% de los españoles creen que las tropas deberían retirarse inmediatamente o en el 2011.