La constitución del Gobierno tripartito en Cataluña tras las elecciones autonómicas del 16 de noviembre genera una viva controversia en España que prácticamente deja en empate las opiniones a favor y en contra de los españoles consultados. No obstante, son una ligera mayoría relativa los que se pronuncian contra el pacto de la izquierda catalana: al 36,3% le parece mal, frente al 32% que le parece bien y al 21,6% que asegura que no le parece ni bien ni mal.

También hay una mayoría relativa (el 31,6%) que opina que el pacto es malo para España, contra el 25,7% que dice que es bueno. El 24,7% lo clasifica en el apartado de ni bueno ni malo.

Prácticamente la mitad de los consultados (el 49,4%) ven al PSC como un partido vinculado al PSOE pero con personalidad propia, frente al 10,9% que opina que son el mismo partido y el 25,4% que asegura que es una formación independiente.

En Cataluña, las respuestas de que el PSC es lo mismo que el PSOE (un 18,6%) están por encima de la media española (10,9%). Y al revés, los catalanes que creen que es un partido independiente (el 16,5%) están por debajo de la media (el 25,4%), lo que probablemente refleja la convicción muy mayoritaria de los simpatizantes de CiU y ERC sobre el sucursalismo del PSC.

RELACIONES Las relaciones entre Cataluña y España con Maragall de presidente serán iguales para el 33,5% de los españoles, mejores para el 24,5%, y peores para el 24,1%. Los más pesimistas son, según la edad, los mayores de 60 años; por comunidades, los vascos, gallegos y catalanes (por este orden) y, según el recuerdo del voto, los electores del PP, muy por encima de los de CiU, que han sido los grandes damnificados por el pacto.

La influencia de la oleada propagandística del poder dominado por el PP para batasunizar la imagen de ERC y, por elevación, acertar al corazón de la diana de José Luis Rodríguez Zapatero, ha dado resultado en el segmento tradicionalmente más influenciable: los pensionistas y jubilados. Es este sector el que arroja los porcentajes de respuestas más negativas sobre el pacto catalán y su hipotética repercusión en España.

Si se atiende al recuerdo de voto, es el electorado del PP el que muestra más disconformidad con el tripartito, con gran diferencia respecto al resto de votantes. Pero llama poderosamente la atención que el electorado de IU sea el que, con mucha diferencia, avala la bondad del pacto catalán, muy por delante de los electores del PSOE.

En esta opinión de los votantes del PSOE no deben ser ajenas las posiciones mantenidas, durante y después de las elecciones catalanas, por los barones socialistas Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Bono, presidentes de Extremadura y Castilla-La Mancha, respectivamente.