Pese a que la mayor parte de los países occidentales consideran al terrorismo islamista la gran amenaza del siglo XXI, los españoles parece que han olvidado, cinco años después de sufrir el mayor atentado en Europa, que España es objetivo preferente de los yihadistas. Según las encuestas, a buena parte de los ciudadanos les atemoriza más un atentado de ETA que otra sacudida del terrorismo internacional. Sin embargo, los especialistas consultados estiman que el riesgo de que vuelva a producirse un ataque islamista en España es incluso más alto que en el 2004.

El último barómetro del Real Instituto Elcano, de diciembre del 2008, refleja que, aunque la mayoría de los españoles juzgan igual de amenazador el terrorismo etarra que el islamista, el 27% percibe a ETA como el mayor riesgo, frente al 11%, que cita el fenómeno yihadista. Estos datos confirman la tendencia reflejada en anteriores sondeos, según la cual los españoles, con el paso del tiempo, han dejando atrás su temor a un nuevo 11-M.

No obstante, la sociedad nunca ha sido demasiado consciente del riesgo creciente que entrañan Al Qaeda y sus múltiples franquicias. Algo que también ponen de manifiesto las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en las que es irrelevante la cifra de entrevistados que lo citan como uno de los grandes problemas del país.

LAS CAUSAS El autor del barómetro del Instituto Elcano, Javier Noya, achaca esta percepción a que el 11-M "se vivió como algo excepcional, ligado a la presencia de militares españoles en Irak". En cambio, la actual presencia de España en Afganistán, según este especialista, no genera controversia política ni debate salvo en contadas ocasiones, por lo que los ciudadanos no tienen miedo a que pueda acarrear un nuevo ataque islamista en España. Por el contrario, la continua presencia de ETA en el discurso político provoca, según Noya, que los españoles hayan interiorizado su amenaza.

Sin embargo, los expertos y el propio Gobierno no albergan dudas acerca de cuál es el enemigo más peligroso. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha advertido en multitud de ocasiones de que España sigue en el punto de mira de las redes vinculadas a Al Qaeda. Y, según el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, la amenaza es mayor que en el 2004 debido a que, pese a que el número de policías que la previenen ha pasado de 100 a 1.300, España es "escenario de actividades" de todos los grupos terroristas que actúan en Europa, así como "objetivo de amenaza en las webs yihadistas ". Como pone de manifiesto un agente, "España está en primera línea del frente". Solo en Cataluña trabajan servicios secretos europeos, y espías procedentes de Pakistán, India, Israel, Marruecos y EEUU.

SIETE PLANES DESBARATADOS Javier Jordán, profesor de la Universidad de Granada y experto en terrorismo internacional, subraya que las fuerzas de seguridad han arrestado desde el 11-M a más de 370 personas y han desbaratado siete planes de nuevos atentados. "Esto demuestra, sin intención de ser alarmista, que la amenaza al menos persiste", concluye Jordán. Este experto comenta además que, aunque la matanza de Madrid fue perpetrada por unas células a las que se presume independientes de la yihad internacional, muchas de las tentativas posteriores eran encargos directos de Al Qaed.

Mientras, la tensión entre el PSOE y el PP puede enturbiar uno de los homenajes a las víctimas del 11-M. Los socialistas madrileños anunciaron ayer que no acudirán, en protesta por el cierre de la comisión sobre espionajes a dirigentes del PP, al acto organizado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.