Unos salían a por todas, con el viento a favor y un chute de optimismo; otros tenían que sobreponerse al varapalo nacional y plantear la estrategia de cómo recuperar a los huidos; otros se han dirigido solo a los suyos para no perderlos; otros han contado con la frescura de ser, de alguna manera, la novedad; y los últimos han aprovechado igualmente la ola nacional para colarse entre los importantes. El PSOE aspira a la mayoría absoluta (un resultado que las encuestas no confirman); el PP confía en que haya cambiado la tendencia, recuperar votantes y no caer así en la misma proporción que a nivel nacional; Unidas por Extremadura (la coalición formada por Podemos, Izquierda Unida, Equo y Extremeños) apuesta a, gracias a la unión de fuerzas, mantener sus diputados e incluso sumar alguno más; Cs defiende que es el partido que más ha crecido en las generales y ambiciona presidir la Junta (las encuestas lo colocan en tercera posición); y a Vox le basta con conseguir representación en la Asamblea de Extremadura.

Con este planteamiento, los partidos han desarrollado una campaña electoral acorde a sus posibilidades y, como no, a sus ánimos. El PSOE ha recorrido hasta siete pueblos en un solo día con un ritmo frenético y ha llenado la plaza de toros de Mérida con Pedro Sánchez, el líder nacional (8.000 personas estuvieron allí). El PP ha optado por una campaña sosegada, lejos de la puesta en escena de 2015. También han contado con la visita del jefe del partido, Pablo Casado (unas 700 personas acudieron al mitin de Plasencia). Los actos de Unidas por Extremadura han sido más limitados y centrados casi todos en el ecologismo; no han podido contar con la presencia en Extremadura de Pablo Iglesias. Ciudadanos ha protagonizado la campaña más original (su lema #VitaminaCayetano ha sido muy comentado) pero tampoco ha aparecido por aquí el líder Albert Rivera. Y Vox ha podido presumir de llenar la plaza de San Jorge de Cáceres con el mitin de Santiago Abascal.

UNA TRAS OTRA...

Hasta ahí la carrera electoral, que todos reconocen que ha sido dura por haber estado casi solapada con la del 28-A; apenas un mes de distancia entre una votación y otra. Pero además los resultados de las generales han marcado (y mucho) el camino que ha llevado cada formación.

Anoche se puso el broche final a la campaña y cada partido eligió un lugar distinto para celebrar el último acto.

El candidato autonómico del PSOE, Guillermo Fernández Vara, optó por Olivenza, su localidad natal. Desde la terraza del hotel Heredero lazó su último mitin junto al aspirante local, Manuel José González Andrade.

Pero antes había participado en otro acto en Villanueva de la Serena junto al candidato a la alcaldía, Miguel Ángel Gallardo. Desde allí, volvió a lanzar: «Este domingo solo hay dos opciones: el PSOE o las derechas; los derechos o los recortes». E insistió en la movilización de los votantes.

EN EL GUADIANA

Los populares organizaron su acto en El Muelle del Guadiana, en uno de los bares de la margen derecha del río Guadiana en Badajoz. Allí el candidato autonómico José Antonio Monago estuvo con quien aspira a seguir siendo alcalde de la capital pacense Francisco Javier Fragoso. Ambos compartieron labor de concejal en el ayuntamiento de esta ciudad cuando todavía Miguel Celdrán tenía el bastón de mando.

Unidas por Extremadura optó por la parte antigua de Cáceres. Su último mitin fue en el Foro de los Balbos. A la líder regional Irene de Miguel la acompañó Juan Carlos Monedero, una de las primeras caras que dio a conocer Podemos. Monedero dejó un mensaje a Fernández Vara: «Escuche a su pueblo que le dice ‘con Rivera no’». También subieron al escenario los candidatos a la Asamblea Álvaro Jaén y Chusa Barrantes, así como la número uno de la lista al ayuntamiento cacereño, Consuelo López-Balset.

Ciudadanos puso música de dj en su despedida de campaña en Mérida. Cayetano Polo eligió el Parque de las Siete Sillas para el broche final. Allí también estuvieron gran parte de la lista que concurre a la Asamblea (como Marta Guillén o Joaquín Prieto), la ya diputada nacional por Badajoz María José Calderón; el candidato a la alcaldía de Cáceres, Francisco Alcántara; y el aspirante por Badajoz, Ignacio Gragera, entre otros. A quien no se vio fue a la también diputada electa nacional por Cáceres, María Victoria Domínguez.

Y Vox, con Juan Antonio Morales a la cabeza, como no podía ser de otra manera, se marchó a Guadiana del Caudillo, cuyo alcalde (ahora número dos del partido) ha sido el que más ha criticado la ley de memoria histórica para defender el apellido del municipio.

Ahora toca esperar el veredicto de las urnas.