Ramón Espinar asume que vendió una vivienda protegida en Alcobendas por 35.000 euros más de la autorización que recibió de la Comunidad de Madrid. El candidato pablista a dirigir Podemos en la autonomía ha explicado que el gobierno autonómico no ejerció su derecho a comprarla (derecho de tanteo), pero no ha desmentido el desfase entre la cifra permitida y lo que acabó cobrando. Al tratarse de ser un inmueble protegido, Espinar estaba obligado a solicitar autorización antes de venderlo. Y lo hizo, pero lo pidió por un importe de 140.343 euros y lo vendió por 175.726. Cuando se le ha preguntado, en una rueda de prensa este viernes para presentar su candidatura, no ha desmentido este extremo. A la pregunta de por qué no vendió el piso al mismo precio que lo compró para evitar especular ha respondido: “Se lo podía haber regalado a alguien, también” .

Espinar no ha contestado a si la línea de crédito de 80.000 euros que habría solicitado su padre, exvicepresidente de Caja Madrid ahora imputado por el caso de las tarjetas ‘black’, en la misma fecha de la compra de la vivienda fue para afrontar los pagos del piso.

El candidato ha vuelto a defender su inocencia, ha insistido en que su comportamiento no es delito, ha apuntado el escándalo a las élites económicas interesadas en destruirle y ha asegurado que no va a dimitir.

Espinar ha reconocido que no avisó a sus socios de Izquierda Anticapitalista (IA), con quienes estaba negociando cuando supo que se estaba investigando el escándalo, pero ha agradecido que le apoyen. También ha dado las gracias a Pablo Iglesias, sus dirigentes afines y a Íñigo Errejón, el secretario político.

El senador ha rechazado de plano que la información provenga de las filas de Podemos. “No lo creo bajo ningún concepto”, ha zanjado y ha atribuido la “injerencia” a la voluntad de los poderes económicos de dañar su candidatura. Espinar dice no tener capacidad de valorar en este contexto el impacto que el escándalo pueda tener en su candidatura. Este sábado comienza la votación, en la que se enfrenta con la errejonista Rita Maestre, para la secretaría general de Madrid. El miércoles 9 finaliza el proceso de votación y el viernes 11 se darán a conocer los resultados. La cúpula morada admite que lo que suceda en Madrid determinará en gran medida el equilibrio de poder en el aparato estatal, que principio de 2017 debe elegir nueva dirección y proyecto político.