A Esquerra y a CiU no les sentó nada bien la cumbre secreta celebrada el pasado lunes entre miembros del Gobierno y del PSC para pactar los presupuestos y hablar de la inversión estatal en Cataluña, de la que ayer informó este diario. Republicanos y convergentes calificaron de electoralista el encuentro, aunque las dos fuerzas reaccionaron de manera distinta, a pocos días de que ambas se reúnan con el PSOE para hablar de su posible respaldo a las cuentas del Estado.

Esquerra afirmó que no apoyará los presupuestos si el Gobierno no ofrece una serie de garantías. CiU, en cambio, consideró lógico un episodio como el del lunes por el hecho de que se mezclen la discusión presupuestaria y la precampaña catalana, algo que los nacionalistas intentaron evitar sin éxito.

CONDICIONES El secretario general de Esquerra, Joan Puigcercós, enumeró, en declaraciones a Efe, las condiciones que su grupo planteará al PSOE a partir del miércoles, cuando negocien el apoyo a los presupuestos: un fondo de inmigración dotado de mil millones de euros, varias medidas concretas de política social y, especialmente, una cláusula de garantía de transferencia de capital, por la cual quede establecido que si el Gobierno no ejecuta una parte del presupuesto comprometido la cantidad sea transferida al Gobierno catalán. En el caso de que estas condiciones no se cumplan, Esquerra está dispuesta a presentar una enmienda a la totalidad en la votación de los presupuestos en el Congreso.

Se trata de una amenaza que no inquieta en exceso al Gobierno, ya que el PSOE cuenta con la previsión de que el PNV, el BNG e IU-ICV sí den su apoyo a las cuentas. Con estos tres grupos los socialistas sumarían, de largo, la mayoría absoluta.

Con estos cálculos parece contar CiU, que no se cierra a negociar con el PSOE, aunque da por hecho que los socialistas no contarán con ellos.