Dos artefactos de escasa potencia han estallado a primeras horas de esta tarde en el término municipal de Belagua (Navarra), poco después de que pasara por el lugar la caravana publicitaria del Tour de Francia, según confirmó a Efe delegación del Gobierno en Navarra.Las mismas fuentes añadieron que las explosiones se registraron a ambos lados del kilómetro 51,450 de la N-1370, a unos 800 metros de la frontera con Francia, la primera a las 13:22 horas y la segunda a las 13:52. Las mismas fuentes precisaron que uno de los artefactos estaba situado "a tres metros de altura en un alto de difícil acceso y a 50 metros en horizontal de la carretera", mientras que el otro se hallaba "en un promontorio a 6 metros de altura y a 4 en horizontal de la carretera".

Los efectos de las dos deflagraciones "han consistido en un pequeño levantamiento de tierra", por lo que se calcula que "los artefactos contenían una escasa cantidad de explosivo" colocado en recipientes de uso alimentario. Ninguno de los dos causó daños personales ni materiales, agregó la delegación del Gobierno, que precisó que de su colocación fue advertida previamente a la DYA mediante una llamada telefónica de alguien que dijo hablar en nombre de ETA.

Una vez recibido el aviso, el dispositivo de la Guardia Civil que protege la seguridad del Tour a su paso por Navarra, inspeccionó el lugar "para garantizar que los artefactos no se encontraban en la carretera o en las zonas de concurrencia de público", añadió la delegación. Las mismas fuentes puntualizaron que ahora los efectivos de este cuerpo investigan la composición de ambos artefactos y el paradero del autor o autores de su colocación.

La decimosexta etapa del Tour de Francia une la localidad de Orthez y el Col d'Aubisque, tras un recorrido por los Pirineos de 218,5 kilómetros, de los que más de cuarenta discurren por territorio español, en concreto del norte de Navarra.

La caravana publicitaria del Tour precede en una hora y media o dos horas el paso de la carrera propiamente dicha. Tras las explosiones, el Tour no hubo de alterar el desarrollo de la etapa, que ya ha abandonado suelo español y se desarrolla con normalidad.

La organización del Tour, tras comprobar que no se había producido ningún daño material que afectase a la carrera y que la seguridad estaba garantizada, decidió sobre la marcha continuar con la prueba.