ETA aplaza anunciar cualquier decisión respecto a su continuidad. El comunicado que en la tarde de ayer remitió a la radio pública vasca evita cualquier alusión a la tregua y dice que la solución "no vendrá" de los pasos "unilaterales" que pueda dar la banda, sino que será el resultado "de un proceso democrático" desarrollado entre todos.

El documento cierra una semana en la que se han multiplicado expectativas respecto a un incipiente proceso de final dialogado a la violencia. Sin embargo, el contenido del pronunciamiento no responde a la exigencia reiterada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el sentido de que, para iniciar el camino, es preciso que primero ETA anuncie que deja las armas.

ETA recoge en su documento que la paz estará basada en los derechos de los vascos porque, de lo contrario, no se producirá y señala que el diálogo y la negociación son el camino para solucionar el conflicto.

AUTODETERMINACION El documento reproduce buena parte de las ideas políticas que esta pasada semana ha defendido Arnaldo Otegi. Así, recoge, por ejemplo, que son los "agentes vascos" los que tienen que comprometerse a la hora de actuar y como criterios que deben acompañar el proceso cita el respeto al "derecho de decisión" de los ciudadanos de "toda Euskal Herria", esto es, el derecho de autodeterminación para Euskadi, Navarra y el País Vasco francés.

Reclama, además, el cambio del "estatus político vigente", lo que significa un nuevo marco jurídico-político, un nuevo pacto. El texto recoge, no obstante, un aviso claro al asegurar que si, como todo cambio, lo que se pretende es abrir un "nuevo ciclo autonómico", no habrá salida posible. Asegura que de ser ése el propósito real de los llamados a tomar parte en el proceso, lo que supondrá es la "prolongación del conflicto".

ETA aprovecha además para dirigir, una vez más, sus críticas al PNV y a los acuerdos que, sostiene, ha alcanzado con el partido socialista. Así, le reprocha que se quiera asegurar la continuidad en la gestión del "actual" marco y señala que perseguir ese objetivo supone pretender "dar aire a un muerto". El texto incluye un emplazamiento a los socialistas y peneuvistas para que aclaren cuál es la "voluntad real" que tienen de implicarse en un proceso. Les demanda que precisen los pasos que están dispuestos a dar y cuál es su propuesta para lograr que se "respeten" los derechos de Euskal Herria.

Por primera vez, ETA elogia la actitud de las fuerzas que, como Eusko Alkartasuna (EA), Aralar o el sindicato ELA, arroparon a Batasuna cuando el juez Fernando Grande-Marlaska prohibió el acto con el que la formación ilegalizada quería poner fin a su debate interno el 21 de enero.

MOVILIZACIONES El documento también alaba a los que han apoyado las movilizaciones por los presos o a favor de los derechos civiles y políticos. No cita el apoyo del PNV a la manifestación de ayer en Bilbao en la que se pedía el respeto a esos derechos y el cierre del juicio contra el entorno de ETA.

Igualmente, se felicita del trabajo que desarrolla el Foro Nacional de Debate, que agrupa a distintas organizaciones nacionalistas, excepto el PNV, y que ha logrado que un grupo de europarlamentarios defienda el proceso de paz para Euskadi.

Por otro lado, asume la autoría de ocho atentados de este año aunque no incluye el último del jueves contra una empresa vizcaína. Admite que los 40 kilos de explosivo del martes contra los bienes de la familia Martikorena, de Navarra, se debieron a que no paga chantaje.