ETA intentó de nuevo asesinar a varios ertzainas mediante dos bombas trampa, aunque los agentes lograron desactivarlas. Y de nuevo los terroristas volvieron a atentar en una localidad gobernada por ANV, en este caso Hernani (Guipúzcoa). Todos los partidos democráticos condenaron la acción, mientras la izquierda aberzale se limitó a señalar que su objetivo es que sucesos similares no se repitan en el futuro.

Durante la madrugada del jueves al viernes estalló un artefacto colocado junto a un repetidor de televisión, en una zona montañosa cercana al centro de Hernani. Esta bomba estaba compuesta por ocho kilos de amonitol, y dejó sin televisión a los vecinos de esta localidad, un feudo de la izquierda aberzale. No hubo aviso previo, aunque en las inmediaciones se encontraron tres carteles con la frase "Cuidado, bomba. ETA".

El objetivo de los terroristas era asesinar a los ertzainas que se acercaran a comprobar los desperfectos. Otros dos artefactos aguardaban ocultos entre la vegetación, y estaban preparados para hacer explosión si alguien tropezaba con un hilo que cruzaba un camino de acceso.

Las extremas medidas de seguridad que adoptan los agentes de la Ertzaintza, uno de los objetivos más buscados por los etarras, permitieron evitar la masacre. La primera bomba trampa estaba también compuesta por ocho kilos de amonitol, mientras la segunda contenía 10 kilos de este mismo explosivo, además de dos de metralla. Esta última, además del cable oculto, contaba con un temporizador preparado para hacer explosión a las tres y media de la madrugada.

Por su composición y el lugar donde estaba ubicada, las fuerzas de seguridad afirmaron que de hacer explosión la bomba hubiera provocado víctimas mortales entre los agentes y el resto de los servicios de emergencias. Sin embargo, por razones que se desconocen, el temporizador falló.

SUSTO EN EL AYUNTAMIENTO Por otra parte, un accidente desató momentos de gran tensión en el Ayuntamiento de Hernani. Una escolta de los dirigentes del PP disparó accidentalmente su arma cuando se encontraba en el baño, mientras una comitiva popular visitaba el consistorio de la población guipuzcoana, que está gobernado por Acción Nacionalista Vasca (ANV). La representación estaba encabezada por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; el líder de esta formación en Euskadi, Antonio Basagoiti, y la presidenta de Guipúzcoa, María José Usandizaga. Quienes estaban entonces en la cuarta planta de este consistorio vivieron momentos de gran angustia hasta que se aclaró lo sucedido.