Si cabían pocas dudas sobre la tensión interna en el seno de ETA, la división se ha constatado aún más de forma pública este fin de semana con lo sucedido tras el pronunciamiento de la banda en el Gudari eguna (Día del soldado vasco) que se celebró ayer. Un tremendo lío de comunicados de la organización y sus satélites dejó patente que las cosas están más que revueltas en el conglomerado etarra.

La historia se inició a primera hora del sábado cuando el diario en euskera Berria difundió un documento con varias consideraciones de la banda en torno a la continuidad de "la lucha" y que concluía con el recuerdo a los activistas fallecidos. Pero, más de 12 horas después, la web del citado medio recogió una rectificación aclarando que el texto no pertenecía a la banda etarra, sino a "la izquierda aberzale" y que todo era fruto de una equivocación que el diario asumía. Gara ofreció en su edición de ayer un texto de ETA en el que la organización anunció el fin de un proceso de reflexión interna y su decisión de seguir matando.

La insólita adjudicación a la banda del primer documento apenas fue recogido en unas líneas por Gara, que a lo largo de la mayor parte del sábado mantuvo en su web el texto difundido por Berria como obra de ETA.

A diferencia del primer texto, el segundo destaca la decisión de continuar usando la violencia mientras "los enemigos de Euskal Herria apuesten por la represión y la negación". Tras este aviso, habla de una "oferta de proceso democrático", pregunta a Zapatero y a Patxi López si están dispuestos a "respetar" los derechos nacionales de Euskadi y reitera que no es posible acabar con ETA por la vía policial.