ETA ni declara tregua ni acepta situarse en un segundo plano. Apenas dos días después de que Batasuna hiciera pública su propuesta para abrir un proceso de paz, ETA anuncia que continuará con sus acciones contra las "fuerzas armadas españolas en Euskal Herria" y exhibe su retórica de costumbre para aclarar que mantiene los frentes abiertos, sin cambios de ningún tipo. Si en la iniciativa de Batasuna se apuesta exclusivamente por las vías políticas y democráticas, la organización armada recalca que "mientras las fuerzas de ocupación continúen en nuestro pueblo no habrá paz".

AMENAZAS A PROFESIONALES En varios documentos enviados ayer mismo a Radio Euskadi, ETA advierte textualmente a "electricistas, panaderos, cocineros, carpinteros o mecánicos que trabajen en cuarteles e instalaciones militares, que no se acerquen ni colaboren con las fuerzas de ocupación", porque afirma que estos puntos siguen siendo objetivo de ETA, y no desea que esos ciudadanos resulten "afectados". Este texto, que no se había hecho público hasta ahora pero que se sitúa en el contexto del 12 de octubre, es el que con mayor contundencia marca un desmarque respecto a la línea propugnada por Batasuna de "sacar el conflicto de las calles y llevarlo a las mesas de diálogo".

ETA remitió también a Radio Euskadi otro comunicado con fecha de noviembre en el que acepta la propuesta para conformar una representación legítima de Euskal Herria ante los estados español y francés y en el que dice que "es tiempo de explorar nuevos caminos".

Radio Euskadi tuvo también acceso al boletín interno de ETA Zutabe del mes de noviembre, en el que se amenaza a varios empresarios y se llama al boicot contra algunos establecimientos de hostelería.

Por último, ETA asume la autoría de varios atentados con explosivo; contra torres de alta tensión en Huesca y la agencia inmobiliaria Ondarreta.

Por su parte, Batasuna anunció ayer que su propuesta para abrir un proceso de paz seguirá adelante a pesar de "los obstáculos que encontraremos en el camino, porque ya contábamos con los riesgos".

DIFICULTADES Los dirigentes Pernando Barrena y Joseba Permach pusieron como ejemplos de estas dificultades a la operación policial de la madrugada de ayer y la apertura de diligencias contra el acto del pasado domingo en San Sebastián por parte del fiscal de Guipúzcoa, pero no la colocación de dos artefactos explosivos el sábado en Belagua (Navarra), atribuidos a ETA

Batasuna aludía a la detención la pasada madrugada de 17 presuntos miembros de ETA en Euskadi y Navarra en una operación que ha "neutralizado" una extensa red que aportaban infraestructura, apoyo e informaciones sobre objetivos, según informó Interior. Su titular, José Antonio Alonso calificó a los detenidos de "ojos y oídos" de ETA.

Más de 150 agentes, dirigidos por la Comisaría General de Información, participaron en un dispositivo que culminó, tras dos meses de investigaciones, con el arresto de siete personas en Guipúzcoa, tres en Vizcaya, dos en Alava y cinco en Navarra. El delicado estado de salud de uno de los detenidos en Guipúzcoa, Aritz Romanelli, obligó a trasladarlo a su domicilio tras prestar declaración.

Las investigaciones de la Comisaría General de Información se iniciaron gracias a la recopilación de distintas informaciones y seguimientos y al estudio de documentación incautada en el 2002 al etarra Juan Ibon Fernández de Iradi Súsper .