ETA se ha atribuido la explosión de un coche bomba en el aeropuerto de Barajas esta mañana. La acción, que ha causado 24 heridos leves, supone el primer atentado tras nueve meses de alto el fuego. La policía también está tratando de localizar a dos personas desaparecidas.El estallido se ha producido en el aparcamiento de la nueva terminal T-4 del aeródromo madrileño y ha hundido parcialmente tres plantas del aparcamiento. La policía estima que los terroristas han utilizado una gran cantidad de explosivos.Dos de los heridos son policías nacionales, que han sufrido cortes y contusiones; otro de ellos es un taxista de 65 años, que presenta una herida contusa en el costado izquierdo, y el resto corresponde mayoritariamente a personas con dolores en el tímpano. Cinco afectados han sido trasladados al hospital. El resto fueron atendidos por los servicios médicos del aeropuerto y de los equipos de emergencia.Tres llamadas telefónicasEn una primera llamada, a las 7.55 horas, un comunicante que ha dicho hablar en nombre de ETA ha anunciado la colocación del artefacto en una llamada a la Asociación de Ayuda en Carretera de Guipúzcoa (DYA). El comunicante ha revelado la matrícula, el modelo y el color del vehículo, una furgoneta que había sido previamente robada.A las 8.05 horas, se ha producido otra comunicación, esta vez con el parque de bomberos de Madrid, que ha trasladado el contenido de la conversación a la Policía Nacional. En esta llamada se confirmaban los datos aportados a la DYA.Apenas 25 minutos más tarde, una persona que se ha identificado como miembro de la banda terrorista ha contactado con los servicios de emergencia del 112 de San Sebastián para reiterar los datos e insistir en que el anuncio debía ser tomado en serio.Primer desaparecidoTras localizar el vehículo, la policía ha desalojado la terminal, ha acordonado la zona y a las 9 de la mañana el coche bomba ha estallado. Según Rubalcaba, la explosión ha sido "muy potente", extremo reiterado por varios testigos presenciales, y ha afectado a la estructura del edificio. Una columna de humo negro se ha podido apreciar desde gran parte de la capital española.El ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, ha informado de que la policía está tratando de localizar a dos personas que permanecen desaparecidas y que supuestamente se encontraban en el aparcamiento del aeródromo en el momento del atentado. Asimismo, ha destacado que las personas heridas lo son de carácter leve.Dormido en el cocheUna de las persona desaparecida es una persona joven, varón, que acompañaba con su coche a una chica que había acudido al aeropuerto de Barajas a recoger a un familiar que llegaba de madrugada, según explico el ministro Rubalcaba.El joven decidió quedarse durmiendo en el coche mientras su acompañante se iba a la terminal. Eso habría provocado que el desaparecido no uera detectado por la policía cuando se decidió desalojar la terminal.La policía aún no ha encontrado el coche de la pareja, ya que los daños dentro del aparcamiento han sido muy importantes.Por la tarde se conoció su identidad: Diego Armando E. S., de 19 años.Hasta las cinco de la tarde, ésta era la única posible víctima mortal, pero a esa hora la policía informó de una segunda desaparición relacionada con el atentado.Unos familiares denunciaron su desaparición a última hora de la mañana y una vez comprobados los datos que confirmaban su presencia en el lugar y en el momento de la explosión, la policía inició las labores de búsqueda."Ha sido como un terremoto", según un testigoJosé María Gijón, un hombre de 52 años que hoy había acudido a la T-4 de ha vivido muy de cerca la explosión de la furgoneta bomba de ETA al sentir "algo peor que un terremoto" cuando salía en su coche del aparcamiento de la terminal.Este hombre había dejado su automóvil en la primera planta del parking, pero al ver el amplio despliegue policial alrededor del estacionamiento, ha decidido regresar al recinto ante el temor de que por algún motivo la grúa pudiera llevárselo.Al montarse en el vehículo y tomar rumbo a la salida, ha sido el momento en el que ha sentido "algo peor que un terremoto" al estallar el explosivo, que ha ocasionando la caída de cascotes desde la parte alta del edificio.

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