Al final lo logró y de la forma más fría, cruel e impactante posible, si es que se puede establecer una gradación en el asesinato de alguien indefenso. ETA, que llevaba mucho tiempo intentando matar, volvió ayer al tiro en la nuca, el más fácil y efectivo de todos los atentados, para sembrar el terror en el País Vasco y en España a dos días de las elecciones. Un terrorista asestó cinco tiros al exconcejal socialista, al cobrador de autopista, al afiliado a la UGT y al padre de familia Isaías Carrasco a las puertas de su casa en Arrasate.

El atentado se produjo hacia la una y media de la mañana cuando Carrasco se dirigía hacia el puesto de peaje en la autopista donde trabajaba. Dos individuos se acercaron hasta su coche, aparcado a las puertas de su casa, y uno de ellos le disparó cinco tiros (en cabeza, cuello, brazo y dos en el pecho) cuando Carrasco entraba en el vehículo.

"VAS A SALIR DE ESTA" El exconcejal pudo salir y avanzar unos metros, donde le encontraron su mujer y una de sus hijas que inmediatamente se abrazaron a él, según relataron los vecinos. Ambas le dieron ánimos hasta que llegó la ambulancia. "Vas a salir de esta", le aseguraron, mientras él decía que no con la cabeza. "Me lo han matado", aseguran también los vecinos que gritó su mujer. Carrasco fue trasladado al hospital en estado "inconsciente e inestable", según el parte. Una vez dentro sufrió dos paradas cardiorespiratorias hasta que murió a las 14.40 horas.

El consejero vasco de Interior, Javier Balza, concretó que un etarra efectuó los disparos mientras otro aguardaba en el coche en el que huyeron, un Seat Córdoba de color gris. Según Europa Press, el primero era alto, vestía de negro y llevaba barba postiza. La pistola con la que disparó tiene calibre 9 milímetros parabellum. Tras el atentado, se blindó la zona en busca de los etarras.

EL ANALISIS Fuentes de la lucha antiterrorista barajan dos posibilidades sobre los autores del atentado: o bien pertenecen al comando Vizcaya (de hecho uno de ellos, Jurdan Martitegi, responde a la descripción del pistolero) o bien se han desplazado desde Francia para matar.

Algunas fuentes consideran que el pistolero era inexperto, ya que tuvo que realizar un buen número de disparos para asegurar su muerte. En lo que coinciden los expertos es en la facilidad del objetivo, ya que Carrasco había rechazado llevar escolta.

En un principio, las fuerzas de seguridad sospechaban que ETA iba a intentar cometer un atentado espectacular en campaña, similar al de la T-4 de Madrid. Pero los sucesivos golpes policiales se lo han impedido, por lo que los últimos informes policiales incidían en que podían volver al tiro en la nuca. Hay que tener en cuenta que con alerta máxima y todos los lugares emblemáticos muy vigilados, es más efectivo, más fácil y sobre todo siembran más terror los disparos a bocajarro. "Sabíamos que ETA lo iba a intentar por todos los medios. Solo espero que este fin de semana no lo intente de nuevo", concluía una fuente policial.