ETA escenificará su disolución en una «conferencia internacional en sur de Francia el próximo 4 de mayo. El acto, por una «paz justa y duradera», tendrá lugar en Cambo-les-Bains, en la región de Aquitania, según ha anunciado el experto del denominado Grupo Internacional de Contacto (GIC), que negocia con los miembros de la organización terrorista para poner fin a un conflicto de 60 años, Raymond Kendall. La cita será «primordial», explicó el experto británico, exsecretario general de Interpol, «en el avance del proceso de paz definitivo». El anuncio lo hizo el GIC junto a las organizaciones civiles Bake Bidea y el Foro Social Permanente.

Portavoces de estas tres organizaciones anunciaron este evento en una comparecencia en Bayona (Francia) en la que no admitieron preguntas ni han ofrecido detalle alguno sobre dicha conferencia.

Los convocantes se limitaron a informar del día y el lugar del acto, que han situado «a la altura» de la del Palacio de Aiete, en San Sebastián, del 17 de octubre del 2011, previa al anuncio de ETA del cese de su actividad criminal.

COMUNICADO DE LA BANDA / La televisión pública vasca, ETB, avanzó el pasado miércoles que ETA haría el anuncio el primer fin de semana de mayo. La organización emitió un comunicado, que publicó Gara, en el que asumió su «responsabilidad directa» en el «sufrimiento desmedido» de la sociedad vasca y pidió «perdón» a las víctimas que no tenían nada que ver con el conflicto. Los términos empleados por la banda; el no hacer autocrítica y su distinción entre las víctimas ajenas al «conflicto» y el resto dejó una sensación entre la insatisfacción, la indiferencia y la indignación en el Gobierno, la oposición y los damnificados por cinco décadas de terror. Todos los grupos polítcos y asociaciones de víctimas exigieron una disculpa real de la banda y aseguraron que esta petición de perdón «llega tarde». El Gobierno aseguró que no cambiará su política penitenciaria.

La cumbre será la pista de aterrizaje para que ETA materialice su final, como en su día lo fue Aiete para poner fin a los atentados. El 10 de enero de ese año, emitió un comunicado en el que anunció su decisión de declarar un alto el fuego “permanente, general y verificable”, que había sido acogido con escepticismo.

Han transcurrido más de seis años desde que ETA desistiera de forma definitiva de la violencia y más de uno desde que escenificara su desarme en un acto en Bayona, el 8 de abril del 2017. Ese día aseguró que había entregado 120 armas y tres toneladas de explosivos.

50 AÑOS DE TERRORISMO / La disolución se producirá prácticamente un mes antes de que se cumpla el 50 aniversario del primer crimen de ETA, el del guardia civil José Antonio Pardines Arcay, al que la banda asesinó el 7 de junio de 1968, cuando regulaba el tráfico en la carretera N-1, a la altura de Billabona (Guipúzcoa).

La banda terrorista, que nació el 31 de julio de 1959 bajo el nombre de Euskadi Ta Askatasuna (Euskadi y Libertad), deja un historial de 826 víctimas mortales -con más de 300 crímenes aún sin esclarecer-, casi un centenar de secuestrados y miles de extorsionados.