ETA hizo estallar a las siete de la tarde de ayer un coche bomba en la entrada del estadio olímpico de La Peineta sin causar víctimas. El atentado se produjo pocas horas después de que Juan José Ibarretxe jurase el cargo de lendakari y cuando faltan 11 días para que Comité Olímpico Internacional (COI) decida si concede a Madrid, París, Londres, Nueva York o Moscú los Juegos Olímpicos del 2012.

Una hora antes de la explosión se registró una llamada al servicio DYA de ayuda en carretera y al diario Gara comunicando en nombre de ETA la colocación del coche bomba. El vehículo, un Renault 19, con unos 20 o 30 kilos de explosivo, supuestamente cloratita, fue aparcado junto a la puerta de acceso al complejo olímpico. El coche con la bomba fue robado el pasado 30 de mayo en Vitoria y los terroristas doblaron sus matrículas.

Según los vecinos, la explosión fue muy fuerte y levantó una humareda negra ocasionando el incendio de dos coches aparcados junto al mismo. Los bomberos apagaron el fuego en 15 minutos.

Media hora después del aviso, la policía desalojó a un centenar de trabajadores nigerianos, senegaleses, de Guinea Bissau y de otros países africanos, empleados en la construcción del túnel del metro que dará acceso al complejo olímpico. También evacuó rápidamente a los empleados de una contrata que preparaba la estructura para celebrar la eventual designación de Madrid como sede olímpica, el próximo 6 de julio.

SIN SEGURIDAD El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, el delegado del Gobierno, Constantino Méndez, y el dirigente del PSOE madrileño, Rafael Simancas, se mostraron convencidos de que el nuevo atentado tiene el objetivo de dañar la candidatura madrileña. Los etarras han colocado tres coches bomba en la zona olímpica en lo que va de año. El estadio de La Peineta está a unos 400 metros de las barriadas de Canillejas y Las Rosas, en el distrito de San Blas. La lejanía de las casas evitó que se produjeran daños y facilitó el acordonamiento de la zona en pocos minutos. Frente al estadio hay una rotonda con olivos, una escultura de la llama olímpica y un letrero: "Madrid 2012". Tras él hay una zona vallada de obras.

Los vecinos consultados confirmaron que, a pesar de las obras, se podía acceder en automóvil hasta la puerta del estadio en la que los terroristas dejaron el coche bomba y estacionar en un párking situado en un lateral del estadio.

Aunque La Peineta aparecía como objetivo en la documentación incautada a ETA hace más de un año, varios vecinos explicaron que no había medidas especiales de seguridad y que la gente podía pasar al párking y utilizar un gimnasio que está en funcionamiento los días de diario. El alcalde, Ruiz-Gallardón, aseguró que "había suficientes medidas de seguridad".

LENDAKARI Además del objetivo, la fecha elegida por los etarras tampoco fue casual. Hace cuatro años también cometieron atentados coincidiendo con la jura de Ibarretxe. Aquel 14 de julio del 2001 asesinaron a dos personas. Una era Mikel Uribe, el inspector jefe de la Ertzaintza en Guipúzcoa, que fue tiroteado en Leburu y murió poco después en el Hospital de San Sebastián, y la otra, el concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) en Leiza (Navarra), José Javier Múgica, al que colocaron una bomba lapa bajo su coche y resultó muerto.

El atentado de ayer se produce también en un contexto de aparente cambio de táctica de la dirección etarra, que hace una semana anunció en un comunicado que dejaría de atentar contra cargos electos, y cosechó el rechazo de todas las fuerzas democráticas. Una declaración de tregua parcial que se inscribe en la actitud de diálogo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para una salida de la violencia, sin coste político y siempre y cuando ETA anuncie el abandono definitivo de las armas, lo que ha provocado el rechazo rotundo del PP.