Los expertos en balística han determinado que la pistola usada para asesinar a Ignacio Uria no fue la misma que ETA utilizó para acabar con la vida del exedil Isaías Carrasco. Ni siquiera coincide la marca de la munición, aunque sí el calibre, 9 milímetros Parabellum, proyectil usado habitualmente por la banda.

No obstante, según subrayó ayer el consejero vasco del Interior, Javier Balza, "no se descarta todavía nada", dado que ambos atentados son similares. En el caso de Carrasco, los investigadores concluyeron que el terrorista era un buen tirador, puesto que el blanco no era fácil, ya que el exconcejal se encontraba en el coche. En aquella ocasión se barajó la hipótesis de que se tratara de Jurdan Martitegi, liberado (a sueldo) de la banda que dinamizó junto a Arkaitz Goikoetxea --detenido en verano-- el comando Vizcaya . Se sabe que Martitegi huyó a Francia antes de la captura de una parte del comando, y que junto a Aitzol Iriondo, Kurbitz --posible sucesor del jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu, Txeroki --, dieron clases de tiro a dos etarras detenidos.

EL LEGAL En cualquier caso, los analistas consultados creen que el pistolero es un liberado que actuó acompañado de otro varón, ambos de unos 30 años. Mientras tanto, un legal (no fichado) vigiló al dueño del coche usado en el atentado. Los tres podrían ser miembros del comando Donosti o de un talde itinerante.