El presunto miembro de ETA Javier Pérez Aldunate, detenido el pasado viernes en posesión de un rifle con mira telescópica, había recibido instrucciones del jefe de los comandos de la banda terrorista ETA, Garikoitz Azpiazu, Txeroki , instándole a cometer antes del próximo mes de marzo un atentado mortal e indicándole que si no podía hacerlo contra un cargo político --como se le había ordenado--, lo hiciera contra un uniformado "de cualquier color" para "subir la moral" de la banda, que era "baja", informa Vasco Press.

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenó ayer su ingreso en prisión incondicional al igual que el de Ieltxu López de Aberasturi, arrestado también el pasado viernes en Campello (Alicante).

Fuentes jurídicas afirman que el magistrado imputa al primero cuatro tentativas de asesinato de otros tantos políticos vascos del PP y del PSOE, y planes para atentar contra el Rey en Mallorca el año pasado.

PROXIMO ATENTADO Siguiendo las órdenes recibidas, Pérez Aldunate había recopilado información sobre varios posibles objetivos --entre los que se encontraban Rodolfo Ares y Leopoldo Barrera, portavoces del PSE y el PP, respectivamente, en el Parlamento vasco--, si bien parece que en el momento de la detención tenía previsto atentar contra un guardia civil encargado de vigilar el puerto de Bilbao, según fuentes de la investigación.

UN OBJETIVO FACIL Las garitas de control que tiene la Guardia Civil instaladas en el puerto de Bilbao son objetivo fácil para un tirador más o menos diestro con un rifle Thompson, como el que tenía en su poder Pérez Aldunate, con el que se puede alcanzar un objetivo a 1.300 metros de distancia. El etarra no necesitaría de una vivienda para disparar desde allí, sino que podría refugiarse en la complicada orografía de la zona. Tras huir a Francia en el año 2003, Pérez Aldunate había recibido entrenamiento para actuar como francotirador solitario.