ETA hizo explotar la pasada madrugada un artefacto con cinco kilos de cloratita que dejó sin luz el municipio de Iurreta (Vizcaya) durante más de media hora. La bomba estalló en una subestación eléctrica de la empresa Iberdrola y no causó daños personales. La rápida intervención de los bomberos evitó que el fuego se propagara por las instalaciones, y los técnicos pudieron reiniciar el suministro eléctrico con rapidez.

Este atentado, que fuentes de la Ertzaintza no dudaron en atribuir a la banda terrorista, se produce apenas cinco días después de que la policía vasca desactivara un coche bomba con 30 kilos de explosivo destinado a estallar en la ciudad de Bilbao el día en el que se constituían los nuevos ayuntamientos sin la presencia en ellos de Batasuna.

El Departamento de Interior vasco considera que ETA podría disponer en estos momentos de un comando estable en Vizcaya, al que atribuye las últimas acciones.