La patronal vasca Confebask advirtió ayer que no aceptará que se hable de proceso de paz mientras los empresarios continúen recibiendo cartas de extorsión de ETA. De hecho, apenas 24 horas después de que el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, subrayase en Bilbao que a la policía "no le consta" que el chantaje a los industriales se haya detenido, el presidente de la citada organización, Miguel Lazpiur, desveló que las siniestras misivas llegan "con cierta regularidad" a los empresarios, aunque evitó entrar en más precisiones.

El martes pasado, Pérez Rubalcaba subrayó precisamente los chantajes y el último robo cometido por los terroristas en Francia como pruebas de que la banda no se toma en serio el abandono de la violencia.

De ese supuesto fin de ETA y de si habrá o no un comunicado en breve no quiso decir demasiado ayer Lazpiur, aunque sí matizó que la patronal que dirige desea que se logre cuanto antes la paz y, por tanto, entiende como "positivas" las noticias que puedan producirse en esa dirección. "Eso que quede bien claro. Nosotros deseamos que este país consiga la paz", puntualizó.

UNA "AMENAZA CONDENABLE" En todo caso, Lazpiur dejó muy claro que para alcanzar esa situación "la extorsión tiene que acabar", porque su existencia implica una "amenaza" y es "absolutamente condenable", dijo.

A su juicio, "mientras haya una persona amenazada en esta sociedad, la propia sociedad está amenazada y no lo podemos aceptar", aseguró. Lazpiur recordó, además, que "en este país" el empresariado "ha dado el callo y ha aguantado" cuando ha tenido que hacerlo. "Entonces, el proceso de paz sí, la paz sí, completamente de acuerdo. Lo vemos muy positivamente, pero la extorsión tiene que acabar", insistió el empresario.

RATIFICACION DEL EJECUTIVO En la misma línea, el secretario de organización del PSOE, Marcelino Iglesias, aseguró ayer que el hecho de que el exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi "esté opinando no está reñido con que esté en prisión", en referencia a la entrevista que concedió desde la cárcel al periódico estadounidense Wall Street Journal , a la vez que invitó al Partido Popular a que no utilice la política antiterrorista, después de que el vicesecretario de comunicación conservador, Esteban González Pons, criticara la "imprudencia" del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al predecir que el final de ETA "está cerca".

Para Iglesias, "lo que hay que hacer es poco caso de las opiniones del señor Otegi" y "mantener la línea que ha seguido el Gobierno" que, a su juicio, "ha dado resultado hasta ahora".

Preguntado sobre un posible comunicado de ETA y sobre qué debería hacer el Gobierno ante el mismo, Iglesias recomendó "hablar poquito de ETA", "liarse poco con si hay comunicados o no hay comunicados" y, en cualquier caso, "mantener la línea de actuación".

"Si ETA quiere abandonar las armas, que las abandone. Las propuestas y los comunicados ya los han hecho en otras ocasiones y han terminado engañándonos a todos", aseguró Iglesias.

Por otro lado, preguntado por las críticas de González Pons a Rubalcaba por vaticinar que el final de ETA está cerca, ya que, según el dirigente popular, "debería ser la última persona en vender el final del proceso" y en "creer que ETA se ha acabado", el dirigente socialista dijo que "la política antiterrorista está dando muy buen resultado".