La organización terrorista ETA tiene intención de enviar una carta a los trabajadores de las empresas que hayan sufrido un atentado por negarse a ceder ante sus exigencias de extorsión, con el objetivo de atemorizar a los empleados y que éstos presionen a dichas compañías para que paguen el chantaje. Esta decisión estratégica fue adoptada por la dirección de la banda tiempo antes de la captura de Mikel Antza , pero se desconoce si ha sido puesta en práctica.

La ejecutiva liderada por el actualmente encarcelado Mikel Antza optó por poner en marcha una campaña de presión a las empresas que se resisten a ser extorsionadas, según informaron a la agencia Vasco Press fuentes de la lucha antiterrorista. Así, la cúpula etarra decidió enviar cartas a los trabajadores de las empresas que se resisten a ser extorsionadas y contra las que se cometan atentados.

El mensaje se enviaría una vez perpetrada la acción terrorista como explicación de por qué se ha cometido el atentado e informando de la cantidad que la organización reclama a la compañía. Se desconoce si esta medida se ha aplicado.

La banda también decidió llevar a cabo una campaña de boicot a varias empresas que se resisten a pagar el impuesto revolucionario . La medida fue acordada hace meses por la cúpula, que determinó que la campaña se hiciera mediante panfletos y pegatinas con los nombres de las empresas a boicotear.

LLAMADA AL BOICOT Varios meses después de tomado el acuerdo, el llamamiento al boicot se materializó con la difusión de los panfletos en los que figuraban las listas de un centenar de empresas. Se sabe que en septiembre del 2004 aparecieron estos panfletos por las calles de la Parte Vieja de San Sebastián. Al menos tres empresas de la lista han sufrido atentados.