ETA volvió a sembrar su amenaza ayer en Galicia. Un artefacto de escasa potencia hizo explosión al mediodía, sin causar heridos, en el parque de la Alameda de Santiago, tras avisar al diario Gara . Otra bomba similar fue hallada en A Coruña sin que llegara a explotar. La policía busca a cuatro miembros liberados (a sueldo) de ETA, repartidos en dos grupos llegados de Francia, como los autores de la campaña de atentados de este verano en el norte de España. Además, un quinto etarra sería el encargado de hacer las llamadas de aviso desde algún punto de Bilbao.

El segundo artefacto, situado entre el Paseo Marítimo y el Hotel Finisterre, no llegó a explotar a la hora anunciada, las 12 del mediodía, al fallar el temporizador. Fue desactivado y trasladado a Madrid para su análisis, lo que, según fuentes de Interior, puede ser muy útil para aportar pistas a los investigadores. Según explicaron fuentes de la lucha antiterrorista, los dos artefactos fueron colocados durante la noche del viernes al sábado.

ALERTA EN VARIAS ZONAS La policía cree que los autores de esta campaña de atentados --nueve artefactos en tres semanas-- son cuatro etarras venidos de Francia que pueden contar en algunos lugares con cierto "apoyo ocasional". No se trataría de un comando de ETA ubicado de manera estable en alguna ciudad, sino de dos grupos itinerantes. Por este motivo se ha establecido una alerta general en el Levante, Andalucía, Cantabria y Baleares, aparte de Galicia.

LINEAS DE INVESTIGACION En todas estas zonas las plantillas policiales locales han sido reforzadas con especialistas en antiterrorismo desplazados desde los servicios centrales de Madrid, según la Dirección General de la Policía. De acuerdo con las líneas de trabajo con las que cuenta la policía, los etarras se estarían alojando en cámpings, pensiones u hostales. Las fuentes consultadas indicaron que la investigación se centra en las llamadas telefónicas que hacen los terroristas para avisar de las bombas.

ETA ha colocado los artefactos, en algunos casos con días de antelación utilizando los temporizadores, en zonas turísticas de Asturias, Cantabria y Galicia. En todos los casos han sido bombas de escasa potencia, con una finalidad sobre todo propagandística, colocadas en sitios de ocio como parques o paseos marítimos. Las explosiones han causado heridas leves a cinco personas.

Todos los partidos democráticos condenaron estos atentados. Mariano Rajoy, secretario general del PP, que precisamente se encontraba ayer en Pontevedra en un acto de su partido, mostró su apoyo al Gobierno en materia antiterrorista, mientras que la dirección del PSOE abogó por fortalecer el pacto anti-ETA.