SOLEDAD IPARRAGIRRE, presunta dirigente de ETA, abandonó el miércoles por la tarde la huelga de hambre y de sed que había mantenido nueve días, tras su ingreso en el hospital francés de Fresnes. Según Askatasuna, Iparragirre está cansada y débil. Pero, tras ingresarla, comenzó a tomar agua, y ayer ya empezó a comer. VASCO PRESS