ETA volvió a atentar ayer con bombas de escasa potencia contra torres de la red eléctrica, sin causar daños personales. Un comunicante anónimo llamó al diario Berria a las cuatro de la tarde para alertar de la colocación de dos artefactos, uno en el barrio de Behobia de Irún, y otro en la zona del valle de Bujaruelo, cerca de Torla y del Parque Nacional de Ordesa, en Huesca. Agentes de la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza localizaron el artefacto colocado en Guipúzcoa, y la búsqueda de la otra se suspendió.