Los cuatro presuntos etarras detenidos el pasado sábado en Cahors van a ser imputados con la acusación de secuestro, con el agravante de terrorismo, y podrían ser condenados a cadena perpetua, según informó hoy el fiscal de la República de París, Jean-Claude Marin.Además del secuestro de la familia a la que ETA tuvo retenida recientemente en Francia, Marin añadió que la fiscalía va a imputar a los cuatro de Cahors, que comparecen esta tarde ante un juez antiterrorista, cargos por receptación de una serie de robos cometidos a mano armada en este país. Fue precisamente la denuncia presentada el 27 de agosto por el matrimonio español secuestrado tres días antes por un comando de ETA en Las Landas lo que posibilitó la detención de los cuatro presuntos terroristas, precisó.

Se trata de Luis Ignacio Iruretagoiena, supuesto experto en explosivos de ETA; Oian Barandalla, presunto "lugarteniente" del jefe del aparato militar de la organización, Garakoitz Aspiazu "Txeroki"; Ander Múgica Andonegi y Alaitz Aramendi Jaunarena El fiscal confirmó que la furgoneta que ETA le robó a la familia y que fue explosionada en Castellón iba destinada a cometer "un atentado importante", pero aseguró que se desconoce el objetivo. También subrayó la importancia de la reciente operación policial en Cahors durante una rueda de prensa conjunta con el subdirector de la Dirección Antiterrorista de la Policía Judicial, Frédéric Veaux.

Veaux destacó el carácter "odioso" del secuestro de un niño de cinco años que permaneció los tres días del cautiverio viendo a sus padres atados y con los ojos vendados, lo cual muestra "su deshumanización".