Los 90 bonos, por valor de 60 euros cada uno, que la Guardia Civil incautó a Ibon Meñika, presunto colaborador de ETA, el martes en Vizcaya son parte de un sistema de financiación que la banda ha usado de forma intermitente, sobre todo en momentos de crisis, según informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

Se trata de unas papeletas de cuidada presentación, en color y con el sello de ETA. En una esquina aparece la cantidad estipulada, 60 euros en este caso, y en euskera se señala que se trata de una "colaboración". Los bonos fueron repartidos, previo pago de 10 euros, en la manifestación aberzale del 1 de abril en Bilbao.