El exdirigente de Batasuna Rufi Etxeberria ha expresado hoy su convicción de que ETA "está de acuerdo con el proceso democrático" surgido del debate de la izquierda abertzale y ha aventurado que "lo único que puede esperarse es que ETA, siguiendo ese camino, profundice su compromiso".

El miembro de la izquierda abertzale ha calificado el proceso de reflexión de la izquierda abertzale de "productivo y rico" que ha servido para hacer un análisis "autocrítico". "Ha servido para que la izquierda abertzale, ante los nuevos tiempos que se avecinan, decida qué tipo de estrategia debe desarrollar y fije qué tipo de camino hay que llevar", ha dicho.

Según Etxeberria, el documento Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie) concluye que "ese proceso democrático debe desarrollarse sin ningún tipo de violencia. Cuando decimos eso, queremos decir que se tiene que desarrollar sin ningún tipo de violencia. Es decir, sin actividad armada de ETA y, al mismo tiempo, sin violencia ni injerencias del Estado", ha manifestado.

NUEVO MARCO Y CAMBIO POLÍTICO

Etxeberria ha manifestado que todos los agentes deben trabajar juntos, incluidas IA y ETA, y ha recordado el comunicado en el que la organización terrorista afirmaba "que hacía suyas las palabras y decisiones de la izquierda abertzale", por lo que ha deducido que la banda terrorista "está claro que está de acuerdo con el proceso democrático".

A su juicio, en el proceso de reflexión de la izquierda abertzale se ha realizado "una apuesta por llegar hasta la meta, con toda confianza" porque "hay condiciones para lograr un nuevo marco y un cambio político". "Por lo tanto, la apuesta por el proceso democrático la hemos hecho con la confianza de llegar a la meta y con la seguridad de que nos va a traer el cambio", ha insistido.

El miembro de la izquierda abertzale considera que ese proceso "debe llevar al reconocimiento de Euskal Herria como nación" y de su derecho de autodeterminación" desde la "negación y la vulneración de derechos que padece". Para el exdirigente de Batasuna, el pueblo vasco "no puede estar a la espera de que el Estado español cambie de actitud".

DESAFÍO A LA DISCIPLINA DE ETA

El Colectivo de Presos de ETA (EPPK) ha decidido mantener entre sus cerca de 750 integrantes a los seis internos de la banda que anunciaron su abandono voluntario de ETA por medio de una carta publicada el 29 de enero, según datos de la plataforma. La misiva coincidió con las protestas que el colectivo de presos hacen desde principios de año para dar una imagen de unidad ante lo que entienden como un aumento de la "represión" en las cárceles.

Los reclusos etarras Fernando de Luis Astarloa, Josu García Corporales, Luis María Lizarralde Izagirre, Andoni Altza Hernández, José Manuel Fernández de Nanclares y José Antonio Hernández Velasco --todos ellos cumpliendo penas por terrorismo en la cárcel de Nanclares de Oca (Alava)-- declararon su desvinculación de ETA "por voluntad propia" y dejaban claro que no habían sido expulsados.

Pese a que ese anuncio público supuso un desafío a la disciplina que ETA impone a sus presos y un golpe al intento del EPPK de mostrar una imagen de cohesión, la última actualización de sus registros aun incluye los seis nombres, recogiendo incluso el traslado a la cárcel alavesa de algunos de ellos, como Astarloa y Corporales, que fueron trasladados en noviembre desde la cárcel de Villabona (Asturias), cercana al País Vasco

LA BANDA EXCLUYE A LOS DISIDENTES

El resto de los firmantes han llegado al penal vasco durante enero desde prisiones como Villabona (José Antonio Hernández Velasco) o Burgos (Luis María Lizarralde Izaguirre, Andoni Altza Hernández y José Manuel Fernández de Nanclares). En sus últimos datos el EPPK sí excluye a los internos que han quedado en libertad. El último recuento ofrecía 738 presos repartidos en cárceles de Francia (169), España (567) y Portugal (2).

Lo habitual es que ETA castigue estas disidencias marginando a sus protagonistas. El caso más reciente es el de Iñaki Rekarte, Andoni Muñoz, Jorge Urruñuela, Valentín Lasarte y Esteban Murillo, que fueron expulsados tanto de la banda como del Colectivo por "situarse fuera de la disciplina", según comunicó el propio EPPK el 4 de enero, cuando anunció el inicio de las protestas en prisión e informó de que estos cinco presos habían sido apartados.

Corporales y los otros firmantes matizaron después que estos cinco compañeros tenían la intención de abandonar ETA libremente, pero que la organización se adelantó con el anuncio de su expulsión.