De vuelta en Sevilla, después de ser devuelto por las autoridades cubanas, el eurodiputado socialista Luis Yáñez-Barnuevo dio ayer una rueda de prensa para pedir que su incidente no interfiera en el intento de lograr mantener un diálogo abierto con La Habana. Yáñez dijo no ser consciente de estar en "ninguna lista negra" y comentó que no había cerrado ninguna cita con los opositores para no ponerles en un compromiso, pero que no descarta que lo hubiera hecho una vez en la isla. A su juicio, el político considera que el régimen ha cometido una "torpeza" con su expulsión. Yáñez añadió que no entiende por qué le dieron el visado de turista para vetarle luego en el control aduanero.