La campaña electoral vasca ha arrancado con la vista puesta en los pactos posteriores para la elección de lendakari. Aunque el PNVparte con una clara ventaja en las encuestas, habrá que ver cuál es la distancia final respecto a Podemos y EH Bildu, y si se confirma el retroceso electoral que el CIS ha augurado a PSE y PP. Cinco años después del final de ETA, los mensajes electorales se centran en cuestiones sociales y económicas más que en debates identitarios.

El lendakari Iñigo Urkullu aspira a la reelección con un programacentrado en el empleo, y apela a su experiencia frente a los "experimentos". El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha admitido que pecaron de "optimismo" cuando prometieron hace cuatro años que la pasada legislatura sería la del "nuevo estatus". Ahora prefieren relegar esta cuestión y limitarse a apuntar que el próximo reto es que las formaciones vascas deberían aprobar en la Cámara un nuevo Estatuto que se sometería a una "consulta habilitante". Sin prisas y siempre dentro del marco legal.

EH Bildu sigue aferrada al carisma de Arnaldo Otegi, que se mantiene como eje de su campaña pese a que no estará en las listas. Con la baza del victimismo ante la "cacicada judicial", como la ha calificado el propio Otegi, la búsqueda de la independencia "cuanto antes" es su seña de identidad. Su estrategia pasa por recuperar a quienes han dejado de votarles en las últimas citas electorales, en gran medida para apoyar a Podemos, la formación que más voto joven está captando en Euskadi. Para ello, la coalición aberzale sabe que debe "actualizar" su discurso y apostar por su cara más social.

EL RECAMBIO DE OTEGI

A corto plazo, EH Bildu debe decidir quién será candidato a lendakari y quién ocupará la portavocía del grupo parlamentario. Tres mujeres encabezan las quinielas: la conocida periodistaMaddalen Iriarte, una independiente a la que los aberzales han intentado "fichar" durante años; la concejal de Vitoria Miren Larrion, y la exportavoz de la Diputación de Guipúzcoa, Larraitz Ugarte. En todo caso, rostros nuevos que intentan aportar "frescura" a una fuerza política que ha dado muestras de agotamiento en las últimas citas electorales. Quedará pendiente el congreso para larefundación de Sortu, que se ha aplazado hasta enero del año que viene para centrar todas las energías en el 25 de septiembre.

Podemos tampoco llega a esta cita electoral con lafuerza que tenía en Euskadi hace 12 meses. Tras fracasar el intento de que la magistrada Garbiñe Biurrun encabezara sus listas, ha sido otra independiente, Pili Zabala, quien ha asumido la responsabilidad. Su llegada ha sido controvertida, ya que se enfrentó a otras candidaturas internas con visiones encontradas. Varios de sus adversario defendían la necesidad de "desalojar" al PNV, pero Zabala ha optado por un perfil más dialogante y posibilista con los peneuvistas.

Con todo, la gran incógnita es conocer si Podemos recupera fuelle y si podría sumarse a un bloque en favor del derecho a decidir junto a PNV y EH Bildu, como temen populares y socialistas. Por ahora, se limitan a reclamar que Euskadi se convierta en "una nación dentro de un Estado", a través de una consulta que refrende el nuevo estatus. De hecho, una apuesta muy similar a la del PNV. Al mismo tiempo, la hermana de Joxean Zabala, presunto miembro de ETA asesinado por los GAL, se define a sí misma como "víctima del terrorismo", y se perfila como un referente en el Parlamento en materia de reconciliación y derechos humanos.

LOS CONTRAPESOS AL NACIONALISMO

Por detrás en los sondeos, PSE y PP se esfuerzan por lograr los escaños suficientes para mantener su influencia política, aunque dependerán de la composición final de la Cámara. Es más que previsible que sean precisos acuerdos entre tres partidos para lograr la mayoría en la Cámara, y a esa esperanza se aferran. La continuada pérdida de votos que han cosechado ambos en las últimas elecciones autonómicas podría acentuarse esta vez, sobre todo en el caso de los socialistas, a quienes el CIS otorga solo 8 de los actuales 16 parlamentarios. Para intentar detener esta caída, la candidata del PSE, Idoia Mendia, se presenta como freno ante el "raca-raca" del derecho a decidir, como irónicamente se refiere su partido a los planteamientos soberanistas.

Con similar argumento, el candidato del PP, Alfonso Alonso, ha aparcado su carrera en Madrid para asumir las riendas de los populares vascos en todos los frentes. Está por ver si el apoyo explícito de Mariano Rajoy, que hará campaña en las tres provincias vascas, juega a su favor o en su contra. De salida, ha propuesto una campaña más "pegada a la calle" con una 'food truck' que reparte pintxos. Y un mensaje reiterado: se presentan como el "contrapeso" al nacionalista, con la mano tendida para impulsar un proyecto autonomista.

Por su parte, Ciudadanos apretará a fondo el acelerador para lograr entrar en la Cámara. Su líder, Albert Rivera, será el dirigente estatal que más veces pisará Euskadi para apoyar a su candidato,Nicolás de Miguel. Su reto es convencer de que sus planteamientos, contrarios al Estatuto de Gernika y a losderechos forales, son beneficiosos para los vascos.