El exalcalde de Andratx Eugenio Hidalgo y el excelador municipal de obras Jaume Gibert salieron ayer sobre las 16.30 horas del centro penitenciario de Palma, después de que sus abogados abonaran las fianzas exigidas por el juez Alvaro Latorre.

Hidalgo y Gibert pusieron fin de este modo a 17 días de arresto, tras abonar sus respectivas fianzas de 100.000 y 60.000 euros. Según el auto del juez, la autorización para salir de prisión se fundamenta, en el caso de Hidalgo, en que "ya no se aprecia con la misma nitidez el fin que justificó la prisión incondicional". En aquella ocasión, era "muy probable" que tratara de destruir documentación, "como de hecho quiso hacer con anterioridad", o que intentara "actuar frente a determinados testigos en un momento anterior a su toma de manifestación". Actualmente, prosigue el auto, no sería "lícito" mantener esa "medida excepcional" a pesar de que la instrucción tiene "mucho camino por recorrer". En similares términos se expresa el magistrado en el auto relativo a la libertad con fianza de Gibert.

Hidalgo, Gibert y el exdirector general de Territorio Jaume Massot fueron detenidos por la Guardia Civil el 27 de noviembre por orden de Latorre y a petición del fiscal anticorrupción de Baleares, Joan Carrau.

Tres días más tarde, los tres prestaron declaración ante Latorre, quien decretó entonces libertad con cargos para Massot y prisión para Hidalgo y Gibert, los tres como sospechosos de siete delitos, entre los que se encuentran los de prevaricación, cohecho y blanqueo de dinero.

El 4 de diciembre, tras volver a tomarles declaración, Latorre confirmó la prisión para el exalcalde y el excelador municipal. Tras la detención de los sospechosos, el presidente del Gobierno y del PP balear, Jaume Matas, anunció que Hidalgo sería suspendido de la militancia del partido y que Massot cesaría en su cargo como director general de Ordenación del Territorio.

Un par de horas antes de conocerse la salida de la cárcel de Hidalgo y Gibert, Matas declaró que un caso de presunta corrupción urbanística como el de Andratx le "puede pasar a cualquiera", e instó a "evitar" que la clase política en su conjunto se vea manchada por las actitudes de "unos pocos". El presidente balear volvió a mostrar su preocupación por que la sociedad pueda crearse la imagen de que Mallorca es Marbella.