La exconcejala de Cultura del Ayuntamiento de Valencia María José Alcón se ha acogido este viernes a su derecho a no declarar ante el juez instructor del 'caso Taula'. Alcón confesó ante la Guardia Civil el presunto blanqueo de dinero por el que están imputadas 47 personas, entre concejales, exconcejales, asesores y exasesores del Ayuntamiento de Valencia. También en las conversaciones telefónicas incluidas en el sumario judicial, la exedil describió a su hijo el procedimiento --que ella misma calificó de "corrupción política total"-- por el cual habría recibido dos billetes de 500 que el PP no podía "aflorar" a cambio de una trasferencia legal desde su cuenta bancaria al partido. Esta colaboración al blanqueo de capitales para financiar al PP, dijo recientemente en una entrevista al diario 'Las Provincias' era "condición sine qua non para ir en la lista electoral".

Sin embargo este viernes Alcón no ha querido hablar. Ni ante el juez ni con los periodistas. La exedil ha accedido a la Ciudad de la Justicia por la entrada reservada a los funcionarios y letrados, exhibiendo su carné de abogada colegiada, aunque no ejerce, y ha evitado así a la prensa.

A su salida, a la exconcejala la esperaba en un coche su marido,Alfonso Grau, exvicealcalde de Valencia procesado en el 'caso Nóos', quien preguntado si tenía algo que decir al respecto decir ha contestado: "¡Que se vayan a hacer puñetas!".

Sí ha declarado ante el juez la exsecretaria del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia, Mari Carmen García-Fuster, que presuntamente controlaba la caja b del partido, instaba a sus miembros a hacer las donaciones legales y repartía los billetes de 500 euros. García-Fuster es muy buena amiga de Rita Barberá, tal y como la propia exalcaldesa admitió en su última rueda de prensa. La exsecretaria municipal, asistida por el abogado y cuñado de la exalcaldesa José María Corbín, ha asegurado ante el juez que los 5.690 euros en metálico que la Guardia Civil encontró en su casa provienen de una herencia familiar.

RECAUDADOR SIN NOMBRE

La exasesora sí ha admitido que hizo una donación de 1.000 euros, pero ha negado que se le devolviera en b. También ha admitido que pidió al resto del grupo municipal que hiciera aquella aportación, aunque ha negado que hubiera obligado a nadie a realizar tal desembolso. Y ha tachado ante el juez de "falsas" las declaraciones de los cuatro asesores municipales ante la Guardia Civil que denunciaron el presunto blanqueo de capitales, práctica a la que dijeron haberse negado por considerarla "claramente blanqueo" y un tema "turbio".

Además, García-Fuster ha declarado que sí había una persona que recaudaba dinero para el PP, cuyo nombre no ha querido desvelar.

Por su parte, el exportavoz del PP en el Ayuntamiento valenciano y actual concejal suspendido cautelarmente de militancia Alfonso Novo ha declarado también para negar el blanqueo. El sucesor de Barberá ha explicado que todo el grupo municipal popular hizo una aportación de mil euros al partido que "en ningún caso se retornó". También ha defendido que no tuvo acceso a las cuentas del PP de Valencia hasta noviembre del 2015.

El titular del Juzgado de Instrucción 18 de Valencia acordó tomar declaración a Alcón, Novo y García-Fuster antes de resolver sobre la petición del fiscal para que elevara la causa al Tribunal Supremo, al afectar a la exalcaldesa y ahora senadora aforada Rita Barberá. El magistrado cree que los tres podrían ser clave en el blanqueo que afecta al PP de Valencia por tener acceso a las cuentas del partido.

Sobre la situación del expediente informativo abierto por el PP a los concejales imputados en la causa, Novo ha asegurado no haber recibido todavía la citación del comité de derechos y garantías del PP para declarar y ha reiterado que los ediles están "en el ánimo de colaborar" con el partido.