El exministro franquista José Utrera Molina ha publicado un artículo en el blog 'Arriba', que recoge asimismo la web de la Fundación Francisco Franco, en el que critica duramente la ley de memoria histórica y compara la situación política actual con la que se vivía en los momentos previos al golpe de Estado y estallido de la guerra civil.

En el escrito, titulado 'El odio cabalga sin bridas', el suegro de Alberto Ruiz-Gallardón se declara "en pública rebeldía" contra una ley que califica de "sectaria" y que, en su opinión, "levanta muros entre hermanos y aventa de nuevo las arenas ensangrentadas de otro tiempo y de otra época". Y pone como ejemplo la exposición de la estatua de Franco decapitada (que tuvo que ser retirada después de ser derribada y objeto de numerosos ataques), un "público aquelarre" en el que "unos pocos cobardes" dieron "rienda suelta a sus más bajas pasiones".

A juicio de Utrera Molina, hoy en día se reproduce la misma situación que en la antesala de la asonada de Franco: "Vuelven orgullosos y desafiantes los puños en alto y las banderas rojas de despliegan ufanas", subraya, al tiempo que lamenta la "indiferencia" con la que los ciudadanos españoles acogen "que se injurie públicamente la memoria de sus antepasados". "¿Cómo es posible que no haya un clamor para denunciar tamaña felonía? ¿Es que los españoles hemos peridod, ya no el instinto sino la mínima razón, que endereza la figura del ser humano?", se pregunta.

INVESTIGADO POR LA MUERTE DE PUIG ANTICH

El exministro de la dictadura considera que la ley de memoria histórica es una "revancha" organizada por "los que nos están dispuestos a olvidar su derrota" y concluye que prefiere "morir a contemplar con indiferencia y cobardía la victoria de la mentira y la escandalosa manipulación" del pasado franquista.

No es la primera vez que el suegro de Ruiz Gallardón advierte contra el supuesto "odio" inmerso en la España actual. En un artículo publicado el pasado mes de marzo, avisó del riesgo de una nueva guerra civil.

Utrera Molina es uno de los dirigentes de la dictadura investigados por la juez argentina María Servini por genocidio y crímenes de lesa humanidad. Servini, que ordenó su detención y extradición en el 2014 pero la Audiencia Nacional lo rechazó, le imputa "el haber convalidado con su firma la sentencia de muerte de Salvador Puig Antich y del ciudadano alemán Georg Michael Welzel", ambos ejecutado a garrote vil el 2 de marzo de 1974. Ahora Servini intenta que las autoridades españolas le permitan interrogar a Utrera Molina y otros 18 imputados, pero la Fiscalía General del Estado no ha dado su permiso escudándose en la ley de amnistía y la prescripción de los delitos investigados.