Los 200 kilos de explosivos hallados por la Guardia Civil tras la detención de cuatro presuntos miembros de ETA en Vizcaya estaban, junto a varias pistolas y diverso material para la fabricación de bombas, en una bajera de la localidad de Galdakao vinculada a Daniel Pastor Alonso, uno de los arrestados. Según ha informado a EFE fuentes de la lucha antiterrorista, en esta lonja se ha encontrado también cordón detonante, detonadores, un bidón con polvo de aluminio, otros materiales usados para la fabricación de bombas y tubos de PVC para la construcción de lanzagranadas caseros. Además, en la vivienda en la que residen en Bilbao la pareja formada por Iñigo Zapirarin Romano y Beatriz Etxebarria Caballero, otros dos de los detenidos en esta operación, se han encontrado también explosivos y materiales para la fabricación de bombas. En cuanto a las pistolas halladas en Galdakao, la Guardia Civil investiga si han sido utilizadas en algún atentado terrorista. Los efectivos del instituto armado también registran en Bilbao el domicilio de la cuarta detenida en esta operación, Lorena López Díez, a la vez que custodian la vivienda de Daniel Pastor Alonso en la capital vizcaína, que será registrada cuando termine la inspección de la lonja de Galdakao y el detenido sea trasladado a Bilbao para que asistir a este registro. Los cuatro detenidos en esta operación, que continúa abierta, formaban parte, según fuentes de la lucha antiterrorista, de un comando "legal", no fichado por la policía, y se les acusa de participar en el asesinato del inspector de la Policía Eduardo Puelles el 19 de junio de 2009 en Arrigorriaga, localidad limítrofe con Bilbao. Además, también se cree que posiblemente participaron en atentados en Burgos y Cantabria, ocurridos en la misma época; el más grave de los cuales destrozó la casa cuartel de Burgos con una furgoneta bomba, causando 65 heridos, el 29 de julio del mismo año, cuarenta días después del asesinato de Puelles. La Guardia civil maneja la hipótesis de que estos miembros de ETA podrían estar relacionados con otros tres atentados con bomba en Bilbao en 2007 y 2008 todavía no esclarecidos y que se cometieron a pocos kilómetros de donde fue asesinado Puelles.