"Si de mí dependiera, De Juana cumpliría íntegramente la pena que le queda", anunció ayer Rajoy. Ante tanta rotundidad, la pregunta es obvia: ¿Aplicó siempre el PP el mismo criterio? Un repaso a los archivos revela que no, pues el Gobierno de Aznar excarceló por motivos de salud a ocho presos de ETA, todos ellos con condenas mayores que los tres años de prisión que el Supremo ha impuesto a De Juana.

El caso más llamativo es el de Esteban Esteban Nieto, compañero de De Juana en el comando Madrid y, como él, condenado a 3.150 años de cárcel por 25 asesinatos. Con un cáncer terminal, fue excarcelado en 1999 por decisión del titular del Interior, Jaime Mayor Oreja. Esta liberación, la de Mikel Sarasketa (95 años de cárcel por tres asesinatos) y las de Patricio Goyenetxe y Sabino Alava, todos enfermos, las acordó el Gobierno cuando ETA estaba en tregua.

Santiago Díez Uriarte, miembro del comando Nafarroa condenado a 30 años de cárcel, fue excarcelado por razones de salud antes de la tregua, en 1997. Ese año recobraron la libertad, por decisión del Ejecutivo y no de la justicia, el líder de HB Jon Idígoras y los etarras Pedro Guinea Gorriti y Julián López Rozas. Nadie reprochó al Gobierno estas excarcelaciones. Eran otros tiempos.