El secretario de Estado de Exteriores, Ramón Gil Casares, hizo recaer en el ministro del Interior, Angel Acebes, la responsabilidad última de los telegramas enviados el jueves 11 a todas las embajadas impartiendo instrucciones para atribuir a ETA la autoría de los atentados de Madrid.

Gil-Casares justificó esos telegramas, que como es norma firmó la ministra Ana Palacio, en la necesidad de trasladar a los embajadores el contenido de "las primeras declaraciones oficiales" del Gobierno para que "tuvieran los elementos necesarios para contestar a eventuales preguntas de las autoridades o los medios de comunicación". La tarde del 11, Acebes vio claro que ETA era la autora y denunció la "intolerable intoxicación" de los "miserables" que querían hacer dudar de este extremo.