Ni 190 días le ha costado al Partido Popular remontar los peores resultados electorales cosechados en Extremadura en las seis últimas elecciones generales. Desde 1989 el PP no lograba en la región un número de votos tan bajo como el que logró el pasado 20 de diciembre (232.879 papeletas). Pero el domingo rompió la racha, recuperó 18.900 papeletas, cuatro puntos y uno de los diputados que le robó el PSOE (pasa de 4 a 5 escaños) y salió triunfal rompiendo todas las encuestas. Ha pasado del 34,8% del 20-D al 39,9% del 26-J. Eso sí, a ese porcentaje ha contribuido también un descenso de la participación de casi dos puntos (un 70,45%) en estos comicios, los décimos terceros de la democracia.

Aún así la jornada de resaca electoral deja claro que si hay alguien satisfecho con los últimos resultados es solo el Partido Popular. Y en Extremadura, eso se nota especialmente cuando se piensa en unas nuevas elecciones autonómicas. Con respecto a las regionales de mayo del 2015, los populares, pese al bache del 20-D, siguen en ascenso con 8.700 sufragios más o dos puntos porcentuales, que ya les hace presagiar un nuevo vuelco electoral dentro de tres años. Pero aún está por ver si las autonómicas serán las próximas elecciones marcadas en el calendario.

No obstante, la crisis de los populares sigue latente desde que lograron la mayoría absoluta en el país en el 2011. La comparativa con entonces deja en Extremadura cifras negativas para el partido vencedor: 94.700 papeletas menos entre las generales de 2011 y las del 2016.

SEGUNDO PUESTO Más le ha tenido que costar al PSOE digerir los deseos que los extremeños plasmaron el domingo en forma de papeletas. En esos apenas 190 días los socialistas han experimentado una bajada importante de votos (21.872 papeletas y casi dos puntos menos) y han perdido el diputado extra que ganaron entonces (pasa de 5 a 4 escaños). Pasa del primero al segundo puesto en el ranking electoral con el 34,6% de los votantes frente al 36% de diciembre. Los 211.649 sufragios totales a su favor son el peor resultado de la historia del PSOE en Extremadura en unas elecciones generales. Solo en el año 1977 tuvo menos votos que el domingo.

En las generales del 2011 logró 246.514 votos, 34.000 más que ahora. Respecto a las autonómicas de mayo que le dieron la victoria, el descalabro es aún mayor. Los socialistas han perdido siete puntos (pasan del 41,5% al 34,6%) y 52.700 papeletas en un año.

Siguiendo de cerca a los socialistas hay una formación, o mejor dicho la alianza de dos formaciones, que pierde más que nadie en estos últimos comicios respecto a los anteriores: Unidos Podemos. La suma de sus fuerzas no solo no ha arañado sufragios sino que los ha restado. La coalición logró el domingo 79.816 papeletas, 2.282 menos de las que sólo la formación morada tuvo en diciembre del 2015. A estos votos perdidos hay que añadir los 19.947 sufragios que Izquierda Unida cosechó en la región hace poco más de seis meses. En total, entre ambos han perdido 22.229 votos respecto al 20 de diciembre.

Aún así, lo que no pierde Unidos Podemos es su histórico escaño arrebatado entonces en la provincia de Badajoz a los partidos tradicionales. Desde el año 1983 los diez diputados que se eligen en la región se los venían repartiendo socialistas y populares.

EVOLUCION Pero hay lecturas contradictorias tras un mismo dato. Comparando los últimos números de esta coalición con los de las autonómicas de hace poco más de un año, el resultado sigue siendo positivo a pesar del pinchazo del domingo. IU y Podemos, cada uno por su lado, obtuvieron un total de 77.877 papeletas y el domingo sumaron 1.939 más, hasta los 79.816.

Ciudadanos, la cuarta fuerza, también experimenta una especie de castigo en Extremadura respecto al 20-D y queda de nuevo sin el escaño que le auguraban algunas encuestas en la provincia de Badajoz. Algunos de los votantes del PP que el año pasado se decantaron por esta nueva fuerza emergente han dado la espalda a la formación de Albert Rivera. En solo seis meses pierde 9.267 papeletas, pasando de 73.756 sufragios en diciembre a 64.489, aunque su caída no se traduce ni en un punto porcentual. Pasa del 11,3% de votos al 10,5%.

Como en el caso de Podemos, la lectura también es positiva para la formación en la región si sus resultados se comparan con las elecciones autonómicas de mayo. Entonces Ciudadanos logró 27.833 sufragios que solo representaban el 4,3% de los votantes, el domingo tuvo 64.489 que supone más del 10% de los votos. Ciudadanos se erige así como el partido con la mejor evolución en la región en el último año.

Entre el resto de partidos también hay sorpresas aunque siguen sin representación. El Pacma logró el domingo su mejor resultado en los últimos años con 4.423 sufragios frente a los 3.404 de diciembre. UPyD por su parte consolida la debacle iniciada hace prácticamente un año. De los 22.913 votos que obtuvo en Extremadura en las generales de 2011, pasó a los 3.900 en las elecciones autonómicas de mayo de 2015 y a las 2.620 papeletas del pasado diciembre. Ahora sigue bajando hasta los 1.039 votos, casi 1.600 menos en solo seis meses. Recortes Cero-Grupo Verde obtuvo el domingo 1.059 papeletas frente a las 846 de diciembre y Vox duplica sus tímidos resultados, pasando de 518 sufragios en diciembre a los 1.011 del domingo.