El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra (PP), salió ayer a la palestra para defenderse de las acusaciones de tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito derivadas de las denuncias de su antiguo socio, el empresario Vicente Vilar. Fabra dijo que ha presentado una demanda civil contra Vilar por lesionar sus "derechos al honor, la intimidad y la propia imagen" y amenazó a quienes "se hagan eco, sin contrastar", de las acusaciones.

Villar se querelló contra Fabra, con quien compartía intereses en la empresa Artemis 2000, por tráfico de influencias por influir ante el Ministerio de Agricultura para la autorización de productos nocivos para el medio ambiente.