Todo se produjo ayer como el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra (PP), imputado en varios delitos contra la Administración pública y por fraude fiscal, tenía previsto. Fabra era el único candidato a la presidencia del PP castellonense, cargo que ostenta desde hace 18 años, y fue reelegido a la búlgara , con casi el 99% de los votos.

El político conservador, que no volverá a presentarse otra vez, ungió allí mismo al hombre que quiere que un día le suceda al frente del partido, el concejal Javier Moliner, a quien nombró adjunto a la presidencia del PP de Castellón. Fabra dijo que va a instruir a Moliner en los menesteres del cargo, que él no piensa abandonar antes de terminar el recién estrenado mandato.

SIN GUARDAR LAS FORMAS Así es Fabra, un barón con mucho poder que nombra a su "heredero" al frente del partido sin molestarse en guardar las formas ante su propia organización. El mismo principio tiene previsto aplicar en la Diputación de Castellón, cuya presidencia quiere legar a su hija, la diputada Andrea Fabra, cuyas cuentas también están siendo investigadas por la Agencia Tributaria.

Aunque Fabra ha anunciado que no volverá a presentarse para dirigir el PP en Castellón, también recordó que le quedan cuatro años como jefe del partido. "¡Soy el presidente que más ha hecho por Castellón en toda la historia de la democracia!", sentenció antes de la votación ante un auditorio silencioso. Los resultados del congreso del PP castellonense fueron los esperados: el 98,83% de los 1.075 compromisarios dieron su voto a Fabra.

Momentos antes de ir a escuchar a Presuntos Implicados, el grupo que contrató para amenizar las votaciones, acusó a todas las formaciones políticas de izquierda y en especial al PSOE de haber iniciado una "caza" contra su persona y de ser los responsables del sumario en el que está imputado desde hace cinco años y cuya instrucción se desarrolla en los juzgados de Nules.

"Cualquier esfuerzo era poco para insultarme a mí y a mi familia, sin respetar ningún principio democrático o de ética", señaló Fabra, el político que llamó "hijo de puta" al socialista Francesc Colomer porque le había preguntado en un pleno de la Diputación sobre su situación judicial; o quien hace poco dijo: "Si me toca la lotería, me sacaré la pirula y mearé en la sede de IU".

El presidente valenciano, Francisco Camps, clausuró el cónclave conservador diciendo que Castellón y Fabra son "la esencia del buen hacer de los políticos del Partido Popular".