Los juicios con jurado se están poniendo de moda en Valencia: hace unas semanas, el Tribunal Supremo decidió reabrir el denominado caso de los trajes de Francisco Camps, que podría terminar con el presidente valenciano sentado en el banquillo y condenado (o exonerado) por sus propios conciudadanos.

Ayer se supo que otro dirigente conservador, Carlos Fabra, puede correr la misma suerte acompañado de su exmujer, Amparo Fernández. Y es que un juez de la localidad castellonense de Nules ha decidido transformar el procedimiento que seguía contra el presidente de la Diputación de Castellón y otros 12 imputados en el caso Fabra en un juicio con jurado popular. Según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, "en principio, y a la espera de la calificación final", los imputados habrían cometido los delitos de cohecho y tráfico de influencias.

Por su parte, el vicepresidente primero del Consell, Vicente Rambla, dijo ayer que espera "que por fin pueda haber un juicio que demuestre la inocencia tantas veces manifestada por Fabra".