El magistrado Roberto García- Calvo, representante del ala más conservadora del Tribunal Constitucional, falleció ayer en Villaviciosa de Odón (Madrid), a los 65 años. Promovido por el PP para el cargo, al que accedió en octubre del 2001, su muerte cambia el equilibrio de fuerzas dentro del alto tribunal y tendrá previsibles efectos en las decisiones que se tomen en materias como el Estatuto catalán o la ley del matrimonio homosexual.

En 1976 fue designado gobernador civil y jefe provincial del Movimiento en Almería, hasta que Adolfo Suárez lo destituyó en 1977. En el 2001 resultó elegido magistrado del Constitucional. En diciembre, un joven acusó a García-Calvo de amenazarlo con una pistola en una discusión por un problema de tráfico. El Supremo archivó la causa porque el joven tenía dudas de que fuera realmente un arma.