Los familiares de Ridume Elurma, el marroquí que trabajaba para un hijo de Jordi Pujol, que el juez de la Audiencia Nacional encarceló el viernes por haber financiado presuntamente los viajes de muyahidines a Irak, se mostraron ayer indignados con la actuación policial y judicial, ya que consideran que ha sido víctima de un error.

"Es una vergüenza; lo han acusado de falsificador, de pasar gente de España a Francia, de ayudar a muyahidines para ir a Irak. Yo le conozco muy bien y sé que él no está de acuerdo con todo esto", explicó ayer Abdelatif Elurma, hermano mayor de Ridume. Reconoció que es una persona muy religiosa que, por ejemplo, "nunca compartiría mesa con alguien que estuviera tomando una bebida alcohólica", pero añadió: "El tiene su manera de practicar la religión, pero no va más allá de esto, es una persona muy legal y su única guerra es levantarse cada día a las 6 de la madrugada y trabajar hasta las 8 de la tarde. No tiene tiempo para pensar en estas historias".

"Creo que han metido la pata y lucharemos para demostrar que es inocente", remarcó su hermano, que vive con su mujer y sus hijos en Badalona (Barcelona) y que hoy tiene previsto ir a Soto del Real (Madrid) para visitar a su hermano en la cárcel.

Abdelatif también confirmó que Ridume llevaba un año trabajando "como vigilante y paleta" en el chalet que Josep Pujol Ferrusola tiene en la Tor de Querol (sur de Francia). Y se mostró sorprendido de que se hubiera dictado una orden de búsqueda y captura "cuando mi hermano tiene familia en Badalona y nosotros podíamos informar de dónde estaba".