La familia Franco no quiere que el dictador sea exhumado, pero en el caso de que no lo pueda evitar trata de evitar el cementerio de Mingorrubio, en el distrito madrileño de El Pardo, pese a que allí ya está la que fue su esposa, Carmen Polo. Para ello, este jueves dos peritos, ambos militares de alta graduación ya retirados, han expuesto ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo sus conclusiones al respecto: el entierro en el cementerio del distrito donde se encuentra el palacio en el que residió plantea riesgos "extraordinariamente" altos, mientra que la cripta de La Almudena, no.

Según explicó, al término de la vista, el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera, destacó que no hay más pruebas solicitadas además de este informe pericial que contrasta con los aportados por el Gobierno. Hizo hincapié en que estos últimos no suponen de más de un par de páginas y han sido redactados por el delegado del Gobieno para alegar un supuesto riesgo si Franco acabara en la catedral madrileña.

"La conclusión de nuestro informe es de una claridad aplastante: no se incrementan significativamente los riesgos del entorno de la Almudena por el hecho de que se le entierre en la cripta de La Almudena y, sin embargo, los riesgos que habría que contemplar en el Pardo se disparan respecto a los existentes en la actualidad, porque no existen medidas de seguridad y una hay más que una vía de único sentido para llegar al cementerio, lo que conlleva un riesgo de colapso y para la propia seguridad del cadáver; el riesgo de profanación son extraordinariamente altos en Mingorrubio, mientras que en La Almudena es ciertamente despreciable", afirmó el letrado.

Un millar de visitas

La familia de Franco sostiene que se calculan un millar de visitas al día a la tumba del dictador y para ello el entorno de La Almudena "es uno de los más seguros y vigilados de España". Durante la vista, el abogado del Estado Juan José Torres les preguntó si habían valorado los atentados anarquistas que se perpetraron en La Almudena y en El Pilar en 2013, lo que en opinión de la defensa obedece a que "intencionadamente" se pretende confundir entre la catedral y la cripta. Aunque tienen entradas independientes, esta última se encuentra ubicada en los bajos del templo.

En cualquier caso, el argumento de Utrera Molina pasa por señalar que el Gobierno no ha justificado suficientemente la restricción de los derechos de la familia a través de unos riesgos en La Almudena que, en su opinión, no están acreditados.