Un total de 37 familiares de los militares españoles que murieron en el avión Yak-42 siniestrado en Turquía en mayo del 2003 han terminado en Estambul la entrega de muestras de ADN, con la finalidad de identificar a los fallecidos en la tragedia aérea.Según ha informado Ana Ochoa, la pareja de uno de los fallecidos, el análisis se ha realizado en el Instituto de Toxicología de la ciudad turca, cuyos responsables han adelantado que los resultados podrían ser conocidos en dos días.Ochoa ha elogiado la cooperación de las autoridades turcas, "que han colaborado en todo lo que han podido y han tenido una actitud muy receptiva", ha explicado."La verdad es que teníamos muchas ganas de venir pero el ambiente entre nosotros es de tristeza y de nerviosismo. Una vez aquí ha sido duro", ha relatado.Según Angélica González, que ejerce de portavoz de los familiares, algunos de ellos tienen dudas de que los restos hallados en el lugar del accidente se correspondan con las identidades atribuidas en su momento.El accidente del Yak-42, ocurrido el 26 de mayo del 2003 cerca de la localidad turca de Trebisonda, costó la vida a 62 personas, la mayoría de ellas militares españoles, que regresaban a España tras cumplir una misión de paz en Afganistán.Los más de sesenta familiares de las víctimas que se han trasladado a Estambul viajan acompañados por cuatro representantes del Ministerio español de Defensa y dos abogados, en un vuelo fletado por ese departamento que tiene previsto regresar a Madrid esta misma tarde.