El próximo presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, aseguró hoy que no quiere ninguna "imposición" lingüística en clase, por lo que aseguró que "se acabaron las galescolas" y volverán las escuelas infantiles en las que los padres elijan la lengua en la que estudien sus hijos.

En una entrevista en la cadena Cope recogida por Efe, Feijóo explicó que estos cambios educativos comenzarán a producirse con la derogación del decreto del gallego que "ha iniciado un conflicto lingüístico en Galicia no conocido" y la elaboración de una nueva propuesta con tres premisas básicas.

En primer lugar, los padres elegirán el idioma en la educación infantil de 3 a 6 años; además, los alumnos podrán dirigirse en clase al profesor en cualquier idioma, al igual que hacer el examen en castellano o gallego o estudiar por libros de texto en ambas lenguas; y los padres dirán el próximo curso en qué idioma quieren que estudien sus hijos las asignaturas troncales. "Vamos a intentar seguir promocionando el uso del gallego" pero "en un marco de libertad lingüística", subrayó el líder popular, quien reconoció que existe "expectación" por conocer esta propuesta del PPdeG sobre la lengua y que no diferirá mucho de lo que explicó.

Preguntado acerca de cómo se podrá compaginar la opción que elijan los padres, en el caso de que no coincida, Núñez Feijóo destacó que lo que no puede hacer es "duplicar el sistema educativo" porque los recursos económicos "no son ilimitados", por lo que opinó que "lo mejor es no anticipar" y ya se hará el ajuste cuando se plantee su necesidad. Por eso, subrayó que la discusión debería centrarse en el inglés tanto en la comunidad gallega como en el resto.

Sobre qué lengua utilizará cuando intervenga en el Parlamento, Núñez Feijóo manifestó que "con carácter generalísimo el gallego" y precisó que tanto las resoluciones de la Xunta como las notificaciones administrativas se harán en las dos lenguas.

Preguntado por su plan de austeridad cuando llegue a la Xunta, el presidente del PPdeG afirmó que va a "adelgazar" el Gobierno en un 20 por ciento, hasta las 10 Consellerías y cuatro delegaciones provinciales, con más coordinación y consenso, entre otras medidas.