El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que sube enteros cada día como uno de los pesos pesados del PP, se desmelenó ayer ante los medios de comunicación y abogó, de forma más o menos directa, por la insumisión fiscal de Galicia. Aseguró, en un desayuno organizado por Europa Press, que el Gobierno de su comunidad no tiene dinero para devolver los ingresos que recibió de más como anticipos de la financiación autonómica por parte del Estado en los ejercicios del 2008 y el actual, que cifró en unos 2.000 millones de euros, y subrayó que difícilmente Galicia lo devolverá "porque nadie puede dar lo que no tiene".

Feijóo se opone a aplicar una consecuencia del pacto de financiación que acordó el PP con CiU en el 2001. Hasta el 2007, las liquidaciones habían salido a favor de las autonomías, que cobraban la diferencia, y nadie protestaba. A mediados de este año las autonomías han ingresado 6.070 millones de euros de la liquidación del 2007, de los que a Galicia le han tocado 393. Ahora que la liquidación del 2008 es negativa, Feijóo se niega a pagar.