El Príncipe de Asturias afirmó ayer en una conversación informal mantenida con Mariano Rajoy y varios periodistas durante la recepción celebrada en el Palacio Real que la reforma de la Constitución en cuanto a la sucesión no es una cuestión "urgente" por el momento ya que él es el heredero. Felipe comentó que se trata de una cuestión que los partidos políticos deben acordar "cuando sea el mejor momento" para que el paso sea "pacífico" y que "se sigue hablando de ello" aunque no hay nada decidido.

En este sentido, Felipe recordó que eliminar la primacía del varón sobre la mujer en la sucesión al trono no es un cambio que deba ir solo, y subrayó que se plantea "acompañado de la reforma del Senado". La respuesta del líder del PP fue inmediata y categórica. Rajoy aseguró que en esta cuestión, la oposición "siempre ha actuado y actuará con sentido común" y "a las órdenes" del heredero.

El Príncipe, que aclaró que Letizia se encontraba bien pero que no había asistido a la recepción porque estaba "cansada" tras el desfile militar, comentó a los periodistas que él y su esposa preferirían no conocer el sexo del bebé y desean esperar hasta que nazca, aunque adelantó que "si llegado el momento el Gobierno lo considera oportuno" no tendrán inconveniente en desvelarlo.